
Un 26 de septiembre de 1957 se produjo el primer lanzamiento de radiosondas desde la Estación Meteorológica de Resistencia, que en aquel entonces funcionaba en el Aero Club Chaco (frente a la UNNE). Actualmente, el lugar ha sido urbanizado al ser ocupado por edificios deportivos, escolares y viviendas.
Dicho lanzamiento formó parte de un convenio firmado entonces por el Servicio Meteorológico Nacional y los miembros de la Organización Meteorológica Mundial (52 naciones), que dieron en denominar Año Internacional Geofísico. Tuvieron como objeto la obtención de datos necesarios acerca de la geofísica de la tierra, para lo cual exploraron en detalle los fenómenos del planeta y la atmósfera.
Para dar cumplimiento a dicho compromiso, se organizó una red nacional de radiosondeo que estuvo compuesto por las siguientes estaciones, a saber: Salta, Resistencia, Córdoba, Río Gallegos, Ezeiza, Comandante Espora, Comodoro Rivadavia, Neuquén y Santa Rosa. Como se observa la elección de los sitios son estratégicos.
Además, era necesaria la participación de técnicos que llevaran a buen término las actividades de radiosondeo. Como consecuencia, el SMN extendió una beca a todos aquellos ciudadanos que quisieran participar de la misma a través de un examen de preselección; que luego los llevaría a Bs. As. para obtener los conocimientos teóricos-prácticos que los habilitaría.
Los seleccionados permanecieron por espacio de un año en Buenos Aires donde adquirieron las destrezas necesarias para tal fin. Una vez finalizado el curso alcanzaron el certificado de Observador Meteorológico de Superficie y Aerológico. Los técnicos fueron: Rolando E. Cánepa, Carlos Eduardo Eschoyez*, Alfredo Giovannini, Héctor Lobo José Manuel Varela y Ángel Vidal Villalba quienes se sumaron al resto del personal de la Estación Meteorológicas colaborando con las tareas que allí se realizaban.
¿En qué reside la tarea del radiosondeo?
Consiste en medir e informar los datos en altura y para lo cual se utilizaban globos que transportaban las radiosondas (modernos aparatos importados desde Finlandia, marca Vaisala), los cuales tenían sensores de temperatura, presión, humedad y vientos. Poseían un transmisor instalado debajo que emitían una señal distintiva para cada uno de los parámetros arriba mencionados.
Elevar los globos requería entre 15 y 20 tubos de hidrógeno por término de varios meses, los cuales llegaban a Resistencia por vía ferroviaria.
Mediante un teodolito óptico se seguía su trayectoria captando la ubicación ( ángulo de elevación y azimut) y cronometrando periodos de tiempo iguales y posteriormente, mediante una serie de cálculos, se determinaba la dirección e intensidad del viento en altura.
La radiosonda era muy liviana y tenía aspas que giraban y ascendían; de esa manera informaba todos los datos de presión, humedad, temperatura, velocidad y dirección de vientos en forma continua. Es común recibir globos (también importados) que al cargarlo con hidrogeno, tenían ciertas fallas (pinchado), entonces le hacían un pequeño nudo para retener el hidrógeno y aunque parezca sorprendente uno de ellos llegó a una altura récord.
Las tareas de radiosondeo se iniciaron bajo la supervisión del Sr. Gilberto Tadeo Jefe de la Estación Meteorológica en aquel momento. El primer lanzamiento se frustró al estrellarse el globo contra el suelo. El hecho motivó tomar la fecha como icono festejando cada año con un almuerzo de camaradería ante tan significativo acontecimiento.
Aeropuerto Internacional Resistencia
Hecho ocurrido a mediados de Marzo de 1965 motivando el traslado de las actividades de radiosonda junto a la estación meteorológica, solo que el lugar necesitaba ser acondicionado. La tarea recayó sobre los Sres. Alfredo Giovannini y Héctor Lobo.
Entre las distintas edificaciones existió la posibilidad de erigir una casilla que albergase los instrumentos que permitieran la elaboración de hidrógeno. Este se lograba mediante un proceso donde se separaba los átomos de agua provocada por una corriente eléctrica. De esta manera el gas obtenido era guardado en depósitos especialmente construidos para tal fin. Pese a los años transcurridos, aún está en servicio con el mantenimiento necesario de manera tal que su funcionamiento sea óptimo.
Una vez realizada las tareas, los profesionales continuaron mirando el cielo para su mejor comprensión, teniendo en cuenta que la información obtenida se eleva a la Oficina de Pronóstico, que realiza el análisis pertinente para lograr mejores estudios a corto y largo plazo.
Asimismo, son empleados para ordenar el aterrizaje y partida de los aviones. Además, sumémosle otras aplicaciones para la agricultura, ganadería, la medicina, el peritaje judicial, etc.
Participación en proyectos científicos
En 1966, Argentina participó en un proyecto científico en convenio con Francia. El objetivo fue efectuar estudios en la atmósfera aprovechando un eclipse total de sol, llevando el nombre “Operación Orión Eclipse”. La elección del Chaco para realizar estudios de estas características estuvo motivada por su situación geográfica y el lugar elegido fue la ciudad de Las Palmas.
Bajo dichas condiciones, los centros de investigaciones de Francia y Argentina, (CNIE CNES Comisión Nacional de Investigaciones Espaciales de Argentina y CNES, Centro Nacional de Estudios Espaciales de Francia) organizaron el lanzamiento de dos cohetes denominados Titus, y su director fue el Profesor de origen francés Jacques Emile Biaumont.
La representación oficial francesa quedó en manos del Ingeniero Paul Becherrau, en el caso argentino recayó en el Comandante Raúl Monti de la Fuerza Aérea Argentina.
Los radiosondistas ofrecieron su apoyo profesional para los lanzamientos obteniendo datos diarios de vientos, para lo cual fue necesario el uso de globos pequeños (de color rojo) de 60 grs. Participaron Emilio Cánepa, Ángel Villalba, Alfredo Giovannini y Héctor Lobo.
Debe agregarse que en el momento de producirse el eclipse, la Oficina de Meteorología del Aeropuerto lanzó 2 globos sondas de gran tamaño –provistos de varios instrumentos de medición- los que tomaron rumbo hacia el Norte, impulsados por el fuerte viento de altura.
En 1972, se llevó a cabo el lanzamiento del Proyecto Dragón en Mar del Plata, permitiendo el apoyo meteorológico de peritos chaqueños. Estuvo organizado por el CELPA (Centro de Experimentación y Lanzamiento de Proyectiles Autopropulsados), permitiendo la participación de Rolando Emilio Cánepa.
En agosto de 1965, Argentina, Brasil y EEUU establecieron una red meteorológica denominada EXAMETNET PROGRAM, para lo cual lanzaron cohetes-sonda para medir temperaturas y vientos a 30.000 metros de altura. Radiosondistas como Rolando Emilio Cánepa, Vidal Ángel Villalba participaron de estos estudios en Mar Chiquita, por períodos cortos de 15 días. Posteriormente, el Sr. Víctor Eduardo Dellamea trasladóse al lugar formando parte de la dotación permanente hasta la suspensión, a mediados de 1980.
La campaña de medición SALLJEX fue la última participación de chaqueños y ocupó un período de tiempo entre el 15 de noviembre 2002 y el 15 de febrero 2003. Tuvieron a su cargo la toma de datos vinculados con los vientos en distintos horarios, que se intensificaron al producirse el cambio de estación.
No descuidemos la formación que impartieron a meteorólogos de otras partes del país que tuvieron que trasladarse al Chaco para ser instituidos en la especialidad, y reconozcamos la participación en campañas hacia la Antártida.
El radiosondeo en la actualidad
Con el transcurso del tiempo, los técnicos finalizaron sus prestezas profesionales retirándose de la vida activa. Por eso fue necesario preparar a otros meteorólogos a fin de evitar la suspensión de los lanzamientos de radiosondas. También era inevitable situarse a la altura de los adelantos tecnológicos que nos afectan a todos.
Hoy, solo se necesita una persona para realizar el estudio científico, porque a medida que la ciencia progresa, la Estación Meteorológica Resistencia fue incorporando los últimos adelantos científicos, de manera que la calidad de sus prestaciones tuvo un constante incremento a lo largo de los 53 años que se recuerdan hoy casi silenciosamente.
Al frente de la repartición se encuentra Manuel María Meza, acompañado por un importante grupo de técnicos: Víctor Eduardo Dellamea, Eduardo Gaynecotche, Gustavo Adolfo Muchutti.
Recordemos que el personal arriba mencionado no tuvo la necesidad de trasladarse a Buenos Aires para adquirir los conocimientos teórico- prácticos, más bien fueron formados por los radiosondistas existentes; llevando adelante sus exámenes en presencia de profesionales venidos desde el Servicio Meteorológico Nacional para tal fin.
Gran parte del personal que trabaja en la actualidad ha participado en distintas oportunidades en las campañas hacia la Antártida colaborando en forma eficaz en el desarrollo científico del continente blanco.
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Leonardo Prevatti
Salta, Resistencia, Córdoba, Río Gallegos, Ezeiza, Comandante Espora, Comodoro Rivadavia, Neuquén y Santa Rosa