En 2015 la noticia científica del año fue sin duda la detección de ondas gravitacionales, existencia predicha ya por Albert Einstein. Pero fue en este momento cuando el experimento LIGO fue capaz de obtener la prueba de su existencia y de que estas procedían de la fusión de agujeros negros. Pero resulta que hemos seguido detectando al menos dos ondas gravitacionales más desde entonces. Este avance es importantísimo ya que las ondas gravitacionales también informan sobre la formación del universo.
Ahora, con una nueva serie de detectores conocidos como LISA que estarán operativos en 2034, pronto podremos obtener nuevos e increíbles datos sobre nuestro cosmos.