Un terremoto de Irpinia sacudió la ciudad de Apice el 23 de noviembre de 1980 y dejó 2.500 muertos, 8.000 heridos y 250.000 personas sin hogar. En ese tiempo, la ciudad fue evacuada y pasó a convertirse en un lugar fantasma.
El terremoto Irpinia, asimismo, mató a por lo menos 2.500 personas y dejó heridas a otras miles.
Pese a la belleza del lugar, con la huida de los sobrevivientes, se convirtió prácticamente en un pueblo fantasma.
La ciudad fue construida durante la Roma imperial, en el siglo VIII.
Algunos la consideran “un museo al aire libre”, “una ciudad romana congelada en el tiempo”, según consigna Daily Mail.
El paisaje que ofrece Apice varía entre ruinas y tumbas que dejó el desastre natural, pero al mismo tiempo también perduran clásicas tabernas, puentes y angostas calles típicas del estilo italiano.
La ciudad recibió ese nombre de un popular gastrónomo, Marcus Gavius Apicius, autor del primer libro de cocina romana.
Vía: elperiodico-digital