El domingo 16 de agosto de 2015, amantes de la playa en Isla de las Palmas de Carolina del Sur disfrutaron de un «arco iris de fuego» que iluminó el cielo durante casi una hora. A diferencia de un arco iris típico arqueado, este fenómeno imponente tiene colores, y tonos iridiscentes que flotan entre las nubes y brillan como una llama brillante.
Este fenómeno atmosférico se produce por una convergencia de los rayos del sol con determinadas nubes que se deben de encontrar a unos 20 mil pies sobre el suelo es decir Para que este tipo de arco sea visible, el Sol debe estar por lo menos a 58 grados de altura en un cielo con presencia de nubes cirrus.
Además, los numerosos cristales de hielo de forma hexagonal y planos que componen los cirrus deben estar alineados horizontalmente para refractar de forma correcta la luz del Sol como un único prisma gigantesco. Por consiguiente, es poco frecuente ver arcos circunhorizontales.