Australia recibió la caída de 4.200.00 rayos en apenas 48 horas

Una verdadera lluvia eléctrica provocó el pánico en Australia, lo que es considerada una de las peores tormentas en el país.

Las nubes de tormentas eléctricas pueden tener el aspecto de coliflor y en la mayoría de las ocasiones en su parte superior tienen una nube con apariencia similar a un «yunque» como el que usa un herrero. Este «yunque» es la formación de una nube plana compuesta de cristales de hielo en la parte superior de la cumulonimbus.

Esta forma ocurre cuando la corriente de aire que asciende dentro de la nubes, llega al nivel de la tropopausa, y a esa altura, el crecimiento de la nube se detiene abruptamente. La energía del aire en ascenso entonces corre lateralmente tomando la forma de un «yunque». Una serie de tormentas de estas características alcanzaron a Australia y dejaron un espectáculo de rayos sin presedentes.

Una tormenta eléctrica severa, con la descarga de 4.213.700 rayos detectados a lo largo y ancho de Australia provocó mucho temor entre las autoridades y los habitantes de ese país durante el pasado fin de semana, según informó Total Lightning Network (TLN) de Weatherzone, la única red especializada en la detección de tormentas peligrosas y caída de rayos de Australia.

Según explicaron los expertos, este inesperado fenómeno que dio lugar a la mayor caída de rayos jamás registrada en Australia hasta la fecha, tuvo como epicentro a la ciudad de Adelaida,-la capital costera de Australia Meridional-,  y se extendió hasta el estado insular de Tasmania, -ubicado al sur del país-, se produjo como consecuencia del choque entre una masa de aire frío que se extendió por el sur de Australia con el paso de una baja de nivel superior cortada-, contra una masa de aire mucho más cálida y cargada de humedad, que se asentaba obre el continente australiano.

Estas masas de aire contrastadas hicieron que la atmósfera se volviera muy inestable y permitiera que se desarrollara una potente corriente de vientos de nivel superior sobre Australia lo que, sumado a una serie de vaguadas de baja presión en superficie, proporcionó los mecanismos de activación para el desarrollo de estas tormentas eléctricas sin precedentes que, entre tantos otros daños, provocó la mayor interrupción de la red eléctrica australiana desde el año 2016.

“El fin de semana se produjo una mezcla perfecta de ingredientes para la formación de tormentas en Australia y un inesperado récord de rayos caídos sobre distintas regiones del país”, explicaron los especialistas. 

“Fueron 48 horas increíblemente activas de actividad de tormentas eléctricas, incluso a fines de la primavera, que, ya de por sí, es una época del año notoriamente tormentosa en Australia”, concluyeron.

Con información de: https://weekend.perfil.com/

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