Blue jets, los chorros azules que volvían ‘locos’ a los astronautas

 El espacio y sus efectos sobre el cuerpo humano. Es un asunto del que aún conocemos poco, aunque se siga avanzando en el terreno. De hecho, hace pocos días se publicaban los primeros resultados del conocido como The Twins Study, ese estudio que, a partir de la comparación de los astronautas gemelos Scott y Mark Kelly, busca dilucidar qué le sucede al cuerpo humano tras un año viviendo en el espacio.Pero la crudeza del espacio no solo pone a prueba el cuerpo; también a la mente.

En 2012, Don Pettit, tras haber estado flotando a 420 kilómetros sobre la superficie de la Tierra durante la segunda de sus estancias en la Estación Espacial Internacional, describía episodios de «destellos en sus ojos, como hadas luminosas bailando», que si bien no interferían en su trabajo, aparecían cuando los párpados se le caían a punto de irse a dormir.

Pettit no era, ni mucho menos, el único que había visto a aquellas hadas luminosas. Los miembros de las primeras misiones Apolo ya habían experimentado las mismas visiones. Visiones que, en un primer momento, se despacharon como meras alucinaciones causadas por la exposición de los astronautas a los rayos cósmicos. Pero lo cierto es que esos destellos están lejos de ser imaginarios.

Basta observar las imágenes tomadas por el astronauta Andreas Mogensen para cerciorarse.

Los ‘blue jets’ o chorros azules son un intrigante fenómeno meteorológico en el que las tormentas eléctricas emiten descargas azules por encima de los ciclones. Son columnas luminosas que se levantan desde las nubes hacia la estratosfera. Las filmadas por Pettit, mientras sobrevolada la bahía de Bengala en una misión de diez días en la Estación Espacial Internacional hace dos años, van desde los 18 kilómetros de altura a los 40.

La NASA solicitó a Mogensen que tomara fotografías de qué sucedía encima de las tormentas eléctricas con una cámara sensible de alta velocidad. El objetivo era poder explicar cuál es la causa de un fenómeno del que se dudó hasta que los satélites probaron su existencia en 1989.


Aunque los chorros azules en la mesosfera aún son un pequeño misterio, un estudio del Instituto Nacional del Espacio de Dinamarca acaba de arrojar luz sobre el fenómeno.

El nuevo trabajo apunta a que los destellos surgen cuando un rayo con carga negativa golpea el suelo y afecta a las nubes de arriba con una carga positiva. » Ese desequilibrio eléctrico se libera en las ráfagas de alta energía que ionizan el nitrógeno para producir un resplandor azul: un chorro azul», explicó Mika McKinnon a Gizmodo.

 Las imágenes y el vídeo grabado por Mogensen servirán para investigar más a fondo estos destellos azules que pueden durar entre 83 y 125 milisegundos. Un parpadeo muy rápido que llevó a creer a los astronautas que eso que veían, o que creían haber visto, no eran más que alucinaciones fugaces, el efecto de un cerebro fallando por culpa del cansancio y el estrés de verse flotando en mitad del espacio.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

También te puede interesar

Cómo se produce la nieve y por qué el fenómeno no se da en todo el Planeta

Sin lugar a dudas, la nieve es el