Se trata de un área de 1.350 km2 donde hace 4.000 años cayó una lluvia de meteoritos. Está justo en el límite con Santiago del Estero, y a 15 km de la localidad de Gancedo.

Los qom piensan que son gotas de sudor del sol; los wichi afirman que son pedazos de la luna que arrancaron los jaguares a zarpazos. El científico norteamericano William Cassidy, que investigó la zona a finales de los 60 con apoyo de la NASA, fue quien descubrió el meteorito El Chaco, de unas 28 toneladas, que fue ?hasta el año pasado cuando se descubrió el Gancedo de 30 toneladas? el segundo más grande del mundo después del Hoba que está en Namibia y pesa 60 toneladas.

En 1990, el famoso cazameteoritos de Arizona, Robert A. Haag, viajó a la Argentina para comprarlo, participando del intento de robo en asociación con empresarios locales.

La maniobra fue detenida por la policía y el meteorito fue devuelto a su sitio. Paradójicamente, este hecho dio notoriedad al Campo de Cielo: se sancionaron leyes que protegen a los meteriotos, se creó el Parque Piguem N?Onaxa en 2005 y desde ese mismo año se realiza en Gancedo la Fiesta Nacional del Meteorito.

Hay en el lugar un centro de interpretación donde se exhiben algunos meteoritos y se proyecta un documental en 3D.

Vía: Lanacion