Aún no han sido bautizadas, pero ya que han emergido tras estar escondidas en el glaciar, los científicos van a estudiarlas y a ponerles nombre.
Las ha descubierto la marina de guerra rusa que, en rueda de prensa, confirmó el hallazgo de cinco nuevas islas no conocidas anteriormente en el remoto archipiélago ártico de Novaya Zemlya.
En una conferencia de prensa que marcó la finalización de una expedición naval que navegó hacia el norte hasta Franz Josef Land, el vicealmirante Alexander Moiseyev de la Flota del Norte de Rusia explicó que las nuevas islas fueron descubiertas por los glaciares que se están derritiendo en la zona.

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Las islas en cuestión, fueron vistas por primera vez en 2016 utilizando imágenes satelitales de la marina del país. Pero no han sido confirmadas y mapeadas hasta la expedición al lugar en agosto y septiembre, dijo el Ministerio de Defensa ruso.
«Pensamos que formaban parte del glaciar principal llamado Vylki, también conocido como Nansen. El derretimiento, el colapso y los cambios de temperatura hicieron que se descubrieran estas islas», continuó el ministro Serguéi Shoigú.
En la nueva expedición, los investigadores navales examinaron la topografía de las cinco islas. En tamaño, las islas varían de muy pequeñas a muy grandes. Dos son realmente pequeñas (la más pequeña mide solo 30 metros por 30 metros aproximadamente), pero la más grande tiene un tamaño considerable, pues cubre una región de unos 54.500 metros cuadrados.
Una estudiante llamada Marina Migunova fue la primera en detectar las cinco islas en 2016. En los años posteriores a su descubrimiento, los investigadores fotografiaron y realizaron estudios topográficos de las islas, antes de la marcha de la expedición para visitar las islas en directo.
La expedición incluyó científicos y cineastas documentales de la Sociedad Geográfica Rusa y el Parque Nacional Ártico Ruso, según el Ministerio de Defensa. Además de visitar el Novaya Zemlya, la tripulación también visitó Franz Josef Land, realizando investigaciones y examinando el océano y la tierra.
Durante la expedición, la tripulación también determinó la profundidad máxima del mar de Barents, que se encontró que era de 632 metros.
No es un hecho casual
Los científicos advierten que las islas emergentes no son casualidades, sino el resultado directo de la creciente crisis climática a medida que el Ártico sufre una fusión masiva de glaciares y hielo marino. Y es que el Ártico se está calentando dos veces más rápido que el promedio mundial, y el derretimiento glacial resultante podría destruir el ciclo de vida que allí despierta y amenazar la vida de las personas en todo el planeta.
En cuanto a la estabilidad a largo plazo de estas masas de tierra recién descubiertas, es demasiado pronto para decirlo, ya que se sabe que los glaciares en retroceso desestabilizan la tierra que existe debajo de ellos, ya que pierden una capa de hielo fortificante en la parte superior.
Entre 2015 y 2019, se registró la mayor pérdida de glaciares en el Ártico que en cualquier otro período de cinco años registrado, según el informe de las Naciones Unidas sobre el calentamiento global presentado el mes pasado.
Mientras tanto, según la Sociedad Geográfica Rusa, entre 2015-2018, se descubrieron más de 30 nuevas islas, cabos y bahías en la región a medida que el hielo iba derritiéndose.
Según la armada rusa, estas nuevas islas no están solas; se unen a una lista de al menos una docena de nuevas islas que han surgido en la región del Ártico en los últimos años.
A la luz de cómo están las cosas en el mundo, no deberíamos sorprendernos, dicen los científicos.
Si los glaciares continúan derritiéndose a este ritmo, el aumento del nivel del mar podría desplazar hasta una quinta parte de la población mundial para el año 2100. Naciones insulares enteras como las Maldivas también podrían desaparecer bajo el agua, millones de personas podrían enfrentarse a la escasez de alimentos y agua potable, la contaminación y las enfermedades.

Vía: Muyinteresante