Durante los años 50, el lago fue utilizado como depósito de residuos radiactivos y en 1957 se produjo el primer accidente nuclear, uno de los más graves de la antigua Unión Soviética.

El Lago Karachay, en Chelyabinsk, cerca de la actual frontera con Kazajstán, en Rusia, es el más contaminado del mundo, según se declaró en 1992. Este se encuentra situado cerca de la central nuclear de Mayak – construida entre 1945 y 1948-, una de las más importantes de la región.
Como consecuencia, este lugar almacena una gran cantidad de radiactividad, de tal manera que en 1990 se determinó que bastaba con poner un pie en la orilla durante una hora para recibir una alta dosis de radiación y morir. La realidad es que los niveles de radiactividad en su orilla superan en 200.000 veces los valores normales.
Como es lógico, esto se tradujo en un aumento de casos de cáncer del 21% y malformaciones en recién nacidos del 25% en todas las regiones cercanas.

Vía: quo.es/naturaleza