Una nube de tormenta puede representarse, desde un punto de vista eléctrico, como un dipolo esencialmente. Por razones todavía sin entender del todo, en el interior de la nube los cristales más pequeños de hielo están mayoritariamente cargados positivamente, mientras que los cristales de hielo más pesados lo están negativamente. Entonces, la parte superior de la nube queda cargada positivamente mientras que en alturas inferiores (pero por encima de la isoterma de cero grados) la nube resulta cargada negativamente. Las diferencias de potencial así generadas pueden llegar a superar los 100 millones de voltios, por lo que no es de extrañar que se generen corrientes eléctricas también de una extraordinaria intensidad.
Si un rayo cae en mar adentro (agua salada), como el que vemos en la fotografía adjunta, se disipa la carga y perdiéndose por el agua.
La salinidad en el mar, es propicia para que no electrocute animales debajo o en el mar.
La naturaleza es sabia.
El diámetro del rayo depende mucho en el área cargada, pero como ya exprese duraría la carga muy poco tiempo el mismo tiempo del rayo en aparecer, fracciones de segundo. O lo máximo que un rayo durado es de 0.30 segundo.
O sea, que por causa de la salinidad, no pasa nada, porque la sal no emite ni o conduce energía ni corrientes eléctricas.