El Sprite o Duende atmosférico es un fenómeno descubierto a principios de los 90 cuando un investigador buscaba entre las estrellas con su potente telescopio. Ya los pilotos de aviones hablaban de estos fuertes destellos que se producían por encima de las tormentas, entre 70 y 100 km de altura, pero no fue hasta el año 1989 cuando se comprobó, con cámaras de alta velocidad, que realmente existían.
Cualquiera que nunca haya oído hablar de ellos y casualmente los vislumbre en medio de una tormenta puede llevarse un buen susto. No es para menos. Unos flashes rojos, brillantes, con forma de columnas, zanahorias o medusas flotando en el cielo que aparecen y desaparecen en una milésima de segundo despiertan la imaginación de los más descreídos.
Estas ráfagas de luz se producen a más de 80 kilómetros sobre el suelo y pueden elevarse hasta 48 km de altura, pero duran solo unos pocos milisegundos. Por eso, son muy difíciles de ver desde el terreno y durante mucho tiempo solo los pilotos de líneas aéreas informaban de sus apariciones.
Estos testimonios se han producido durante casi un siglo antes de que los científicos de la Universidad de Minnesota atraparan unos «duendes» accidentalmente con su cámara, en julio de 1989. Desde entonces, investigadores a bordo de aviones han conseguido fotografiarlos de vez en cuando, pero lograrlo sigue siendo algo excepcional.
Sprites fotografiados por Patrick Vantuyne el 14 de agosto 2015 desde Bélgica
Tomado por Frankie Lucena en 10 de agosto 2015 desde Cabo Rojo, Puerto Rico