La más importante catástrofe climática global de la que se tienen registros concretos tuvo lugar hace casi dos siglos en el hemisferio Norte. El año 1816 quedó plasmado en la Historia como «el año sin verano» o «el año de la pobreza» debido a un desequilibrio climático de características extraordinarias.
Las inusuales aberraciones climáticas de 1816 fueron especialmente severas en Norteamérica y el norte de Europa. Mientras que la temperatura promedio en el noreste de Estados Unidos se encuentra entre los 20 y 25 grados centígrados, durante el verano de 1816 los pobladores soportaron intensas tormentas de nieve, el congelamiento de los ríos y la destrucción de prácticamente todas las cosechas del norte de ese país. Las oscilaciones de la temperatura eran sorprendentes: en cuestión de horas, se pasaba de los 35 grados centígrados a temperaturas bajo cero.
El hambre y el frío estuvieron dolorosamente presentes durante todo ese verano. Las guerras napoleónicas habían diezmado los cultivos en Europa, y las heladas inesperadas contribuyeron a la destrucción de las cosechas, agravando la situación. Los principales ríos europeos se desbordaron, inundando a las principales ciudades. El descontento civil, las peleas y disputas por un poco de comida se multiplicaron en todo el hemisferio Norte. La nieve cubría las calles de Italia y Hungría, mientras que en China los cultivos de arroz también se arruinaban debido a las heladas, ante la impotencia de los agricultores.
La falta de conocimiento de la época hizo que muchos pensaran que había llegado el fin del mundo. Esto provocó muchas muertes por suicidio, que contribuyeron a la desesperación y el pánico generalizado de la población.
¿Qué fue lo que provocó ese fenómeno climático extremo? Los especialistas opinan que semejante desfasaje climático se produjo, principalmente, por la erupción del volcán Tambora, en Indonesia, en abril de 1815. La actividad volcánica fue tremenda: el volcán Tambora, originalmente de cuatro mil metros de altura, quedó reducido a tres mil metros en cuestión de minutos, como consecuencia de la erupción. Los escombros y restos del volcán fueron completamente pulverizados y la nube de polvo, gases y cenizas resultante oscureció por completo el cielo a cientos de kilómetros a la redonda, durante varios días.
El estruendo de la erupción se pudo escuchar a más de mil quinientos kilómetros de distancia y sus consecuencias sobre la atmósfera se hicieron sentir con crudeza durante los meses posteriores. Los restos del volcán dispersos en el aire actuaban como espejos de la radiación solar, impidiendo que la luz y el calor del Sol llegasen a la Tierra. El cielo se tiñó de extraños colores y el enfriamiento repentino se cobró su precio en las cosechas y animales, que morían congelados dejando a sus dueños en la más absoluta miseria.
Tal vez las únicas consecuencias positivas de la catástrofe fueron las pinturas con cielos de colores atípicos, creadas por el artista Joseph Mallord William Turner, o la celebración de una extraña apuesta entre un grupo de escritores durante ese frío y lluvioso verano, que tuvo como resultado la redacción del libro Frankenstein, de Mary W. Shelley.
Para saber más:
- El año sin verano en la Wikipedia
- La erupción del volcán Tambora en la Wikipedia
- El año sin verano en Tecnología Obsoleta
8 Comments
tomasito de Villa MarÃa
Estamos aquí ante un interesante tema, y ante algo que seguramente va a volver a pasar en nuestro planeta, eso si casi con seguridad con alcances mayores en su magnitud y desastres. Ojalá me equivoque, pero como están dadas las circunstancias, en fin que Dios nos ayude.-
Marival
La naturaleza es cíclica, todo vuelve a repetir patrones una y otra vez periódicamente, por lo que estimo que efectivamente este patrón volverá a repetirse. Lo que no sabemos es cuando, pues la peiodicidad parece un tanto errática en la naturaleza. Habrá que prepararse desde ya para los malos tiempos, sobre todo considerando que combustible y alimento es la que primero falla con los cambios del clima. No sería mala idea que los países prepararan sus bodegas para guardar lo que hoy aún abunda y tuvieran planes de contingencia para posibles catástrofes. Sin duda, estamos viviendo los tiempos previos a otra gran catástrofe, hay que prepararse.
Rúa, Luz Marina
El calentamiento global lo estamos sintiendo muy fuertemente en la Patagonia, vivo al sur de la provincia de Río Negro, en esta zona no llueve desde hace mucho tiempo. Nuestros campesinos se están quedando sin ovejas y como consecuencia estamos frente a una pobreza donde los señores gobernantes aún no se dieron cuenta.
Solo Dios y las grandes potencias nos pueden salvar de esta gran sequía donde se logre tomar conciencia de la contaminación que está presente en nuestro planeta, único hogar que tenemos los terrestres.
Ramona
No comparto los comentarios anteriores, ya que el desastre meterí²logico, se debií² a un problema natural. Erupciones de Volcanes ha habido y habrí por siempre en el planeta. Sino recuerden uno que se produjo en Chile hace unos 10 años, no recuerdo el nombre, que habí¬an llegado las cenizas hasta Rio Negro.
En lo que sí¬ estoy de acuerdo, es que ciclicamente, todo se repite, y lo volveremos a padecer, aumentado, por la mala conducta de los hombres, para con la TIERRA.
Leo
Todo lo que pasa en el planeta en estos dias , con seguridad que alguna vez sucedio , lo que pasa es que no podemos llevar un registro a ciencia cierta , pero lo logico seria supener que volvera o volveria a pasar por que la misma naturaleza reacciona por asi decirlo , con una respuesta contraria a la que se la quiere someter. Nosotros somos los que planteamos el problema y ella es la que responde tratando de autonivelar ese problema.
Gino - Córdoba, ARG.
«En cuestión de horas, se pasaba de los 35 grados centígrados a temperaturas bajo cero.» No lo puedo creer, debe haber sido terrible. Me impresiona que el volcán perdió 1km de altura y que el estruendo se escuchó a 1500 Km de distancia!! Es como de Córdoba capital a Puerto Madryn!
A veces la naturaleza se pone realmente heavy metal.
Eduardo
Lean el mejor artículo escrito sobre este tema, por el astrofísico Willi Soon, de la Harvard University (Harvard Smithsonian Institute): http://www.mitosyfraudes.org/Calen/1816Espa.html que contiene excelentes gráficos y fotografías explicando todo.
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Verán que el Tambora ayudó al frío que se había declarado ya hacia 1795 con el doble Mínimo solar Dalton. Fue la disminución violenta de la actividad del sol (sin manchas de sol durante muchos años) lo que disparó esa pequeña edad de hielo que duró hasta 1820.
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Es exactamente lo que está sucediendo ahora, al final del ciclo solar 23 y con un ciclo solar 24 que no da señales de comenzar. Las manchas de sol dejaron de aparecer el 16 de septiembre del año pasado, ylas pocas que hay (un promedio de 2,8 manchas por mes, de corta duración) todavía pertenecen al ciclo 23 por su polaridad magnética.
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Por la disminución de la actividad solar durante el año 2007, el año pasado tuvo un enfriamiento desde Enero 2007 a Enero 2008 de 0.594º C, y a ello se le agrega un enfriamiento desde Enero 2008 hasta Mayo 2008 de otros 0.194º C, con lo cual el enfriamiento total ha sido de poco más de 0,7º C –todo el calentamiento ocurrido en la Tierra entre 1880 y 1998. El calentamiento global ha regresado a FOJAS CERO!
ivan
solo quiero saver mas de nuestro planeta q pasa en la actualidad sobre cualquier cosa q pasa en nuestro planeta