El futuro encuentro de Gliese 710 con el Sol: una lluvia de cometas durante tres millones de años

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Situada a 4,2 años luz de distancia, Proxima Centauri es la estrella más cercana al Sol. Por el momento. Porque las estrellas se mueven a distintas velocidades con respecto al centro de la Galaxia y como resultado el Sol ha sufrido, y sufrirá, encuentros cercanos con otras estrellas. Predecir estos encuentros es muy complicado porque necesitamos saber muy bien la posición de cada estrella en el cielo y, especialmente, su velocidad relativa respecto al Sol, unos datos que no son nada sencillos de obtener. Precisamente, con el fin de conocer estos y otros datos la agencia espacial europea (ESA) lanzó el satélite Gaia en 2013. Los datos de Gaia son un auténtico filón de oro para los investigadores que estudian la Vía Láctea y solo ahora estamos empezando a aprovechar su potencial. Una de las primeras aplicaciones del análisis de los datos de Gaia son las trayectorias de las estrellas cercanas que pueden aproximarse al Sol en el futuro. ¿El resultado? Pues que ahora sabemos que la estrella Gliese 710 pasará realmente cerca del Sol.

El paso de Gliese 710 cerca del Sol provocará una lluvia de cometas de periodo largo que durará cuatro millones de años (NASA).

Gliese 710 —también conocida como GJ 710 o HIP 89 825— es una estrella más pequeña que el Sol de 0,61 masas solares y tipo espectral K7. En la actualidad de halla a 63 años luz del sistema solar, pero desde hace años se sabe que dentro de un millón y medio de años pasará a tan solo 0,68 años luz del Sol. Esta distancia es de por sí minúscula comparada con los 4,2 años luz de Proxima Centauri, pero es que los nuevos datos de Gaia apuntan a que podría acercarse cinco veces más.

Efectivamente, los astrónomos polacos Filip Berski y Piotr Dybczynski han estimado que dentro de 1,35 millones de años Gliese 710 se acercará a 13.365 unidades astronómicas (UA) del Sol, es decir, 0,21 años luz. Huelga decir que no es algo que nos deba quitar el sueño, pero nuestros descendientes, si es que todavía están por aquí, podrán admirar Gliese 710 brillando en el cielo nocturno con una magnitud de -2,7, muy similar al máximo brillo que alcanza Marte (magnitud -2,9), aunque muy por debajo del máximo brillo de Venus (magnitud -4,9). Eso significa que Gliese 710 será con diferencia la estrella más brillante de ese futuro cielo, superando el brillo actual de Sirio (magnitud -1,5). Su movimiento aparente también será muy llamativo para los astrónomos del futuro, ya que se desplazará a una velocidad de 13,8 km/s con respecto al Sol y se moverá por el cielo cinco veces más rápido que la estrella de Barnard. Ninguna otra estrella conocida se acercará tanto en los próximos diez o veinte millones de años. Y hay que recalcar conocida, porque recordemos que la mayor parte de estrellas de la Galaxia y de nuestro vecindario estelar son enanas rojas —como Proxima Centauri—, la mayoría de las cuales no han sido descubiertas.

Por supuesto, los cálculos de Berski y Dybczynski tienen un margen de error importante, pero lo que está claro es que hay un 90% de probabilidades de que Gliese 710 pase entre 8.250 UA y 19.038 UA dentro de un millón y medio de años. A pesar de su proximidad, Gliese 710 no afectará a las órbitas de los planetas del sistema solar, pero los cometas de la nube de Oort son otra historia. Hasta el 0,1% de los cometas de la nube de Oort podrían salir disparados al espacio interestelar por culpa del paso de Gliese 710. Y hasta el 0,01% es susceptible de ser empujado hacia el interior del sistema solar. Nadie sabe cuántos cometas existen en la nube de Oort —de hecho, no sabemos a ciencia cierta si existe la nube de Oort, aunque no hay dudas serias de su existencia—, pero se cree que la cifra debe ser del orden de cien mil millones de cometas.

Eso significa que nuestros descendientes lejanos disfrutarán de unos diez cometas de largo periodo al año (!) durante tres o cuatro millones de años (!!). Es de suponer que los astrónomos aficionados del futuro no se quejarán de la falta de objetos interesantes para observar durante la noche. Para ellos la presencia de uno o varios cometas en el cielo será algo tan habitual como aburrido. Naturalmente, la probabilidad de que uno o varios de estos millones de cometas choque en algún momento contra algún planeta del sistema solar, incluyendo la Tierra, no es nada despreciable. En este caso Gliese 710 se convertirá temporalmemte en una verdadera estrella Némesis.

(Jon Lomberg).
Según la hipótesis Némesis original el paso de esta estrella perturbaría la nube de Oort periódicamente, causando extinciones masivas en la Tierra. Por suerte Gliese 710 solo pasará una vez cerca del Sol (Jon Lomberg).

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