El calentamiento global es indudablemente malo para la vida silvestre del mundo, pero puede traer una sorprendente ventaja a corto plazo para los pingüinos de Adelia (Pygoscelis adeliae) en la Antártida Oriental continental.
Los científicos descubrieron que podían cubrir más terreno en menos tiempo nadando en lugar de caminar mientras buscaban presas durante una temporada de reproducción inusualmente libre de hielo en 2016-2017.
Sin la necesidad de localizar grietas en el hielo marino para respirar, también pudieron realizar inmersiones más cortas mientras capturaban más krill.

A su vez, este mayor éxito de alimentación llevó a los pollitos a crecer más rápido y aumentó la masa corporal de machos y hembras adultos, según un artículo publicado en la revista Science Advances.
«Resulta que estos pingüinos son más felices con menos hielo marino», dice el autor principal Yuuki Watanabe del Instituto Nacional de Investigación Polar de Japón. «Esto puede parecer contrario a la intuición, pero el mecanismo subyacente es en realidad bastante simple».
Para rastrear el comportamiento de búsqueda de alimento en detalle durante cuatro temporadas de reproducción en la última década, Watanabe y sus colegas monitorearon 175 pingüinos en la bahía de Lützow-Holm etiquetándolos con registradores GPS, acelerómetros y cámaras de vídeo transmitidos por los animales.

La temporada 2016-2017, la cuarta, resultó inusual, ya que una gran cantidad de hielo marino en la bahía se rompió y se alejó con las corrientes.
El estudio sugiere que ese año los pingüinos pueden haber gastado un promedio de 15% a 33% menos de energía por viaje en comparación con las estaciones cubiertas de hielo, poniendo la energía ahorrada en el crecimiento y la reproducción.
Incluso existe la posibilidad, dicen los investigadores, de que los pingüinos de Adelia puedan experimentar un auge demográfico en los años venideros si la Antártida continúa perdiendo hielo marino como predicen los modelos climáticos.
Sin embargo, todo esto solo sucede para aquellos pingüinos que viven en la Antártida continental. Al 30% de las especies que viven en la Península Antártica o en las islas no les va bien cuando disminuye el hielo marino.

Estudio en la revista Science Advances
Vía: Vistaalmar