Se trata del cohete propulsor Super Heavy desarrollado por la compañía de Elon Musk, SpaceX, para su nave espacial Starship, la cual fue noticia luego de su estallido durante un lanzamiento de prueba.
«Sí, en realidad no es bueno. El equipo está evaluando los daños«, comentó el mismo Elon Musk después de que se produjera la explosión del prototipo.
«El combustible criogénico es un desafío adicional, pues se evapora y crea un riesgo de explosión de combustible en una atmósfera parcialmente de oxígeno como la Tierra. Sin embargo, tenemos muchos sensores para detectarlo«, agregó en otro tuit.
Aparentemente, el estallido se produjo durante una prueba específica de arranque del motor. «En el futuro, no haremos una prueba de arranque en giro con los 33 motores a la vez», señaló el fundador de la compañía espacial.
SpaceX busca transportar cargas y personas a la Luna, a Marte y a otras misiones espaciales. Cada una será capaz de llevar más de 100 toneladas de carga y 100 pasajeros a la vez, asegura la compañía.
De esta manera, el objetivo de la empresa era usar un propulsor Super Heavy en un próximo vuelo de prueba orbital sin tripulación que esperaba lanzar más adelante este año, pero estos planes podrían verse obstaculizados como consecuencia de la prueba fallida del lunes.
Holy moly. Well, that was unexpected!https://t.co/dUUqw7ojRv pic.twitter.com/7IGztPuE12
— Chris Bergin – NSF (@NASASpaceflight) July 11, 2022