El fenómeno del rayo verde se debe al comportamiento de los rayos del Sol poniente o naciente al atravesar nuestra atmósfera. Vamos a tratar de comprender cómo se produce, y en qué circunstancias puede ser visto.
La refracción, como es sabido, separa -como ocurre en la formación del arco iris- los distintos colores del espectro.
El rayo verde en el Sol desde Fehmarn, Schleswig-Holstein, Alemania. Fotografiado el 23 de mayo de 2015 por Benjamin Knispel.
Por otra parte, debido a la composición de nuestra atmósfera, las longitudes de onda azul y violeta son difundidas («esparcidas» en todas direcciones) por las moléculas del aire, y por ello la luz azul, durante el día, parece provenir de todas partes (el cielo de la Tierra es azul, no así el de otros planetas con atmósferas diferentes).
Factores atmosféricos influyentes
La absorción causada por el polvo y otras partículas en suspensión en el aire puede influir en los colores que muestra el Sol en el momento de ocultarse, presentando según las ocasiones un color más rojizo, más anaranjado…
Asimismo, la presencia de nubes, turbulencias atmosféricas, distinta concentración de vapor de agua, etc. producen cada día unas condiciones distintas, y la diferencia de temperatura entre distintos estratos o capas de aire puede dar lugar a fenómenos de reflexión y distorsión que también se sumen a los factores que nos interesan.
Con todo esto ya podemos explicar el esquivo fenómeno: cuando el Sol se acerca al horizonte, la refracción atmosférica separa los distintos colores del disco solar, quedando en su borde superior, por este orden, el violeta, el azul y el verde. Sin embargo, el violeta y el azul son difundidos por la atmósfera, con lo cual en el momento en que ya sólo el borde superior del disco es visible, es el color verde el que llega a nuestros ojos.
Información: astrocantabria