En la Antártida se considera el lugar más desolado de la tierra, la extracción de depósitos de hielo terminó con el descubrimiento accidental y el descubrimiento de vida que nunca antes había existido.
Este descubrimiento hizo que los científicos reconsideraran el límite de vida de la tierra. Se especula que los límites de la vida bajo diversas condiciones extremas. Los expertos dudan de que los lugares con condiciones climáticas o geográficas extremas puedan sustentar la vida. Esta pregunta nos hace perdernos entre el razonamiento lógico y el razonamiento filosófico.
Pensar en el surgimiento de seres vivos en condiciones en las que no pueden sobrevivir, por microscópicos que sean, abrirá nuestras mentes y nos hará darnos cuenta de que no somos el centro de la tierra, y mucho menos el centro del universo.
Pero como todo en la ciencia, la vida en condiciones extremas no puede asegurarse hasta que no se encuentren pruebas que lo demuestren. Hasta ahora, se han buscado muestras de vida en lugares que se creen inhóspitos como por ejemplo en Dallol mejor conocido como “El infierno en la Tierra” y el lugar más caliente del planeta. Su antípoda, la Antártida, el lugar más frío del planeta también ha estado en la mira de los buscadores de vida.

La Antártida alberga vida
Hasta ahora no se habían encontrado pruebas, así que se les consideraba lugares inhóspitos. No obstante, recientemente y gracias a una enorme coincidencia, se halló vida en las profundidades del hielo. Descubrieron que una nueva forma de vida nunca antes vista, habita bajo una enorme plataforma de hielo conocida como Filchner- Ronne, en la Antártida.

Investigadores tropezaron con una roca repleta de microorganismos, luego de perforar un pozo a través de casi un kilómetro al sureste del mar Weddell. El objetivo principal era obtener un núcleo de sedimento marino, pero en el trayecto se encontraron una roca que obstruyó alcanzar el sedimento. En cambio, obtuvieron las primeras imágenes de vida adherida a una roca muy por debajo de la superficie de hielo en la Antártida.

“Nunca en un millón de años hubiéramos pensado en buscar este tipo de vida, porque no pensamos que estaría allí”, comentó el Dr. Huw Griffiths, biogeógrafo marino del British Antartic Survey.