Llamado A-68, es uno de los icebergs más grandes jamás registrados.
El 12 de julio de 2017 uno de los icebergs más grandes jamás vistos se separó del continente antártico. Ahora, en el tercer aniversario del evento, los datos satelitales han demostrado que el iceberg ha recorrido más de 1.000 km y logró mantenerse relativamente intacto.
El evento de parto no ocurrió de la noche a la mañana: los científicos observaron durante años cómo crecía la grieta en la superficie de la plataforma de hielo Larsen C. Cuando finalmente se separó, el iceberg resultante, llamado A-68, fue uno de los más grandes jamás registrados, midiendo unos 6.000 km2. Sin embargo, era relativamente delgado, midiendo solo unos pocos cientos de metros de espesor.

Una masa tan grande podría causar serios estragos si se desviara a las rutas de transporte marítimo, por lo que satélites como Copernicus Sentinel-1 han estado vigilando a A-68 desde entonces, observando a dónde se dirigía y cuánto hielo perdió en el camino.
Según los informes, A-68 pasó gran parte de los primeros dos años flotando cerca de la capa de hielo de la que se desprendió, porque fue obstaculizado por otro hielo marino. Durante ese tiempo, perdió un pequeño trozo de hielo, que se llamó A-68B. El iceberg original pasó a llamarse A-68A.

En septiembre de 2018, finalmente logró alejarse del continente y comenzar a flotar. En febrero de 2019, el A-68A llegó finalmente a aguas abiertas y comenzó a desplazarse hacia el norte, junto a la Península Antártica. En abril de 2020 perdió otro trozo, denominado A-68C.

Con un camino más despejado, su ritmo se aceleró, y finalmente lo condujo más allá de la punta de la península y hacia las Islas Orcadas del Sur. Hasta el 5 de julio de este año, el iceberg había recorrido un total de 1.050 km desde que se desprendió de la plataforma de hielo Larsen C. Ahora que se ha aventurado en aguas más turbulentas y cálidas, se espera que el A-68A comience a romperse un poco más rápido.

Desafortunadamente, A-68A podría estar acelerando la pérdida de hielo en el área. Después de que el iceberg se rompió, se observó que las grietas se dirigían hacia una característica llamada Bawden Ice Rise, que es un importante punto de anclaje para el resto de la plataforma de hielo.
Satélites como Copernicus Sentinel-1 sin duda continuarán observando A-68A y la plataforma de hielo restante en busca de cambios.

Vía: Vistaalmar