La crecida provocó que miles de familias se tengan que desplazar. En Paraguay la situación es aún más alarmante.
NANAWA, Paraguay.- El río Paraguay continúa su crecida vertiginosa que ya provocó el desplazamiento de unas 70.000 familias lo largo de su curso en Paraguay y afecta a cada vez más familias ribereñas que no tienen dónde ir.

El desborde del río Paraguay sigue generando serios problemas a las ciudades cercanas. En Formosa ya hay más de 5 mil evacuados, pero la situación en Paraguay es mucho más grave con cerca de 70 mil familias que debieron escapar de las inundaciones. Sin embargo, pocos han sufrido más que los seis mil habitantes que viven en la ciudad paraguaya de Nanawa que tiene las calles tapadas por más de dos metros de agua.
La localidad está a unos unos 60 km por tierra y, a una hora por agua desde el puerto Sajonia de Asunción, de Clorinda (Argentina), con quien los lugareños comercian habitualmente, consignó .

Mientras que gran parte de los evacuados fueron ubicados en villas de emergencia ubicadas en Clorinda y puerto Falcón (Paraguay), en Nanawa aún resisten cerca de 100 casas que siguen habitadas. Los pocos vecinos que quedan se pasaron a la segunda planta de las viviendas y se desplazan en botes para acarrear víveres por el desborde del río Paraguay.
La inundación es tan grave que, en el cementerio, a unas cuadras del centro comercial, tres hombres, dos de ellos en un bote y uno dentro del agua, intentaban llevar flores, candelabros, crucifijos y fotos de sus familiares fallecidos.

La situación en Paraguay
En cambio, en Paraguay la situación es aún más grave. Con una crecida vertiginosa que continúa y que ya provocó el desplazamiento de unas 70 mil familias. Entre las localidades paraguayas más devastadas, se encuentra Nanawa, un pueblo de 6000 habitantes que vive del comercio con la vecina localidad argentina de Clorinda, a unos 60 kilómetros por tierra y, a una hora por agua desde el puerto Sajonia de Asunción, pero que en estos momentos está literalmente sumergida.
Apenas unas 100 casas siguen habitadas. Los pocos vecinos que quedan se pasaron a la segunda planta de las viviendas y se desplazan en bote para acarrear víveres, consignó AFP. Los desplazados fueron ubicados en villas de emergencia ubicadas en Clorinda y puerto Falcón (Paraguay), que todavía resisten el avance silencioso pero implacable de las aguas.

“El agua no te avisa. Ya tengo suficiente experiencia”, dijo resignada Graciela Acosta (de 39 años), quien iba junto a su hija Jazmín (de 17 años) en un bote, cargado hasta el extremo de muebles y electrodomésticos, además de su perro Pirulín, acostado plácidamente en un colchón.
El curso de agua aumentó 2 centímetros en Asunción, para sumar 7,56 metros de crecida alrededor de la capital, 44 centrímetros menos que la “cota de desastre” de 8 metros, establecida por la Dirección de Hidrología.

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