Dados los reiterados incendios que amenanzaron las inmediaciones de la antigua central nuclear de Chernóbil en Ucrania, en la ESA activaron el Servicio Cartográfico de Emergencia del programa Copernicus para su monitoreo.
El satélite Sentinel-2 se lanzó para hacer un seguimiento de la evolución de los incendios. Pero la situación no pasó a mayores ya que unos días después de que los bosques aledaños empezaran a arder, las fuertes lluvias del 15 de abril extinguieron la mayor parte de las llamas.

La mayor preocupación redidía en que los incendios pudieran alcanzar el antiguo reactor nuclear y el depósito de desechos radiactivos, así como por el riesgo de exposición a una mayor radiación debido a la quema de los bosques y suelos contaminados.

Pese a la alarma, vale aclarar que los incendios en los alrededores de Chernóbil son un fenómeno estacional, aunque este año han experimentado un recrudecimiento debido a la sequedad del suelo tras un invierno suave y una primavera con menos lluvia de lo normal en la zona.

Foto: Sentinel 2 / Copernicus / ESA

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