El Lago Hillier, en Australia occidental, es una de las maravillas naturales del país. A primera vista, su color nos recuerda a un batido de fresa. A diferencia de otros lagos teñidos de color por sus fondos, las aguas de esta laguna son cien por cien rosas.
Basta recoger un poco de agua con un vaso para comprobarlo. Aunque el origen de su color es todo un misterio, los investigadores creen que unos microorganismos, no perceptibles al microscopio, son los causantes.
En Australia, existen muchos hermosos paisajes por visitar. Pero hay uno en particular que atrae a miles de turistas. Se trata del Lago Hillier, un lago de color rosado ubicado en la isla Middle.
El lago mide unos 600 metros de largo y desde lo alto se puede observar su característico “rosa chicle”. Una corta franja de médanos de area cubiertos de naturaleza la separa del océano Antártico.
Aunque nadie aún ha sabido explicar el origen de su color; los científicos estiman que proviene de un pigmento creado por bacterias que viven en la costra de la sal.
Rodeado de una zona selvática intacta, la única manera en que los turistas pueden ingresar al lago es desde el aire. Conoce este fantástico lugar por medio de las fotografías.
Fuente: australia.com