Las Perseidas es una lluvia de meteoros provocada por los remanentes del Cometa 109P/Swift-Tuttle. Está activa entre el 17 de julio y el 24 de agosto, alcanzando su máxima actividad este año entre la noche del 12 y madrugada del 13 de agosto. Durante el periodo de máxima actividad se esperan entre 50 y 100 meteoros por hora. Este año la presencia de la Luna interferirá con las condiciones de observación.
El mejor momento para observar a las Perseidas será durante la madrugada del 13 de agosto (independientemente de la ubicación), con mejores condiciones de observación un par de horas antes del amanecer, cuando el radiante tenga una elevación considerable sobre el horizonte. El radiante de la lluvia se ubica en la constelación de Perseo, en dirección Noreste.
En el Hemisferio Sur, el radiante siempre se mantendrá cerca del horizonte en dirección Norte, por lo que la cantidad de meteoros visibles será menor que en el Hemisferio Norte, pero el número de meteoros visibles por hora seguirá siendo importante.
Las perseidas son conocidas por producir bólidos. Los bólidos son grandes explosiones de luz que persisten más tiempo en comparación con el rastro que deja un meteoro común. Esto se debe al hecho de que los bólidos se originan de partículas de gran tamaño que provienen del material dejado por el cometa. Los bólidos son más brillantes (más de -3,0 en magnitud) que los meteoros comunes.
Al Cometa 109P/Swift-Tuttle le toma 133 años en completar una órbita alrededor del Sol, fue descubierto en 1862 por Lewis Swift y Horace Tuttle; la última ocasión que visitó el interior del Sistema Solar fue en el año de 1992. Este cometa tiene un núcleo de 26 kilómetros de diámetro, más del doble del tamaño del objeto que se piensa que extinguió a los dinosaurios.
Vía: eluniversohoy.net