La Luna tendrá compañía 

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Una nave rondará la Luna de una manera nunca vista, un nuevo desafío de la ciencia para explorar la superficie del satélite natural de la Tierra.

Desde hace años que las empresas privadas están invirtiendo recursos para visitar y explotar la Luna. Parece probable que en las próximas dos décadas, pues, otros seres humanos volverán a pisar la Luna. Ahora bien, que no haya habido astronautas paseándose por la superficie lunar, no significa que no hayamos vuelto. Desde los años 2000 se han enviado satélites con el objetivo de estudia r la Luna, su cara más lejana y también los polos. Se ha descubierto hielo de agua y desde 2013 se han lanzado varias misiones robotizadas que han alunizado.

La última novedad es que NASA ha lanzado este martes Capstone un CubeSat del tamaño de un microondas y menos de 25 kilos, que probará una órbita lunar elíptica única, a 1.600 km de un polo lunar en su paso cercano y a 70.000 km del otro polo en su punto máximo cada siete días. Esta órbita significativamente alargada servirá como preparación para Gateway, la futura estación espacial permanente que, como parte del programa Artemis de regreso a la Luna, servirá de ‘portal’ a nuestro satélite natural, facilitando las idas y venidas de astronautas y suministros de la Tierra.

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Capstone, viaje a la Luna

Con algunos meses de retraso respecto a la fecha del lanzamiento prevista, Capstone (siglas en inglés de Experimento de Navegación y Operaciones de Tecnología del Sistema de Posicionamiento Autónomo Cislunar) partió a las 11.55 horas a bordo de un cohete Rocket Lab Electron desde el Complejo de Lanzamiento 1 de la compañía en Mahia, Nueva Zelanda.

Seis días después del lanzamiento, la etapa superior del cohete lanzará la pequeña sonda al espacio para la primera parte de su vuelo en solitario. Después de un viaje de cuatro meses a la Luna, Capstone probará la dinámica de una órbita de halo casi rectilínea (NRHO) durante al menos seis meses, lo que ayudará a reducir el riesgo para futuras naves espaciales. Esta órbita alargada, a 1.600 km de un polo lunar en su paso cercano y a 70.000 km del otro polo en su punto máximo cada siete días, supone una ventaja frente a las circulares, ya que requiere menos capacidad de propulsión para las naves que vuelen hacia y desde la superficie de la Luna.

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Nueva tecnología

Igualmente, el CubeSat demostrará una innovadora tecnología de navegación de nave espacial a nave espacial y las capacidades de alcance unidireccional que podrían ayudar a futuras naves a volar cerca de la Luna con una necesidad reducida de comunicación con la Tierra.

Lo que se aprenda de Capstone, desarrollado por Rocket Lab en Nueva Zelanda, servirá como preparación para Gateway, la futura estación en órbita permanente alrededor de la Luna, en cuya construcción también participa la Agencia Espacial Europea (ESA). Cuando esté lista, servirá de ‘portal’ a nuestro satélite, facilitando la recogida de astronautas y suministros de la Tierra.

Gateway es un elemento crucial del programa Artemis para llevar de nuevo humanos sobre la Luna, incluidas la primera mujer y la primera persona de color. El objetivo final es crear una base permanente en la Luna que sirva de laboratorio y campo de pruebas para saltar a otros mundos, Marte el primero.

Fuente: ABC

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