Parecen increíbles las imágenes que podemos obtener de algo tan simple como una gota de agua. Lo que necesitamos es un objetivo para macrofotografía, si es posible con anillas de extensión para amplificar el poder de acercamiento del objetivo, o un dispositivo para invertir el objetivo en nuestra cámara.
El secreto de este tipo de fotografía, consiste en la característica lenticular de una gota de agua, que hace que la imagen que está detrás de la gota aparece invertida en la superficie de la gota, con la deformación propia de su forma esférica.
Fotografía: Jarmila Vymazalová