Los intensos calores en Europa y la prolongada sequía en varias regiones de España, ha revelado antiguas formaciones de piedras que se han llegado a comparar con las ruinas de Stonehenge, aunque no lo son.
El clima a veces juega un papel fundamental, tanto como para ocultar, o bien, sacar a la luz, reliquias geológicas milenarias, siendo muchas de estas, yacimientos que quedaron sepultadas bajo mares o lagos. Cuando la ausencia de lluvias significan una pronunciada disminución del agua en estos espacios, suelen quedar a la deriva muchas esculturas simbólicas, ruinas, o bien, formaciones que dejan muchas preguntas.
En este caso, nos trasladamos a España, con el descubrimiento de este monumento histórico, que a la vez supone una gran noticia para la arqueología puesto que, desde 1963 solo se ha vuelto completamente visible en cuatro ocasiones, en este 2022, se vuelve a mostrar al mundo, por efectos de una fuerte sequía en la región.
A raíz de la bajante de las aguas, tanto los cacereños como los turistas podrán contemplar esta composición megalítica denominada el dolmen de Guadalperal, en una esquina del embalse de Valdecañas, donde el nivel del agua ha bajado al 28 % de su capacidad.
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Desde el comienzo del verano 2022, las elevadas temperaturas, la falta de lluvia, dan lugar a una fuerte y prolongada sequía, una escenario adverso que afecta a distintos países de Europa, reveló esta semana un tesoro arqueológico que estaba escondido bajo las aguas en España, concretamente en la provincia de Cáceres. La bajada de uno de sus embalses ha dejado al descubierto un círculo de decenas de piedras prehistóricas conocidas popularmente como el «Stonehenge español». Según los arqueólogos, tuvo la función de sepulcro colectivo hace más de 2.000 años.
Este monumento funerario prehistórico consta de más de 150 lajas o piezas de granito puestas en disposición vertical, de las cuales 12 ó 13 forman una cámara ovoide de unos cinco metros de diámetro, que está precedida por un pasillo de acceso de más de 5 m de largo y de aproximadamente 1,5 m de ancho. Durante el Neolítico, como demuestran los ajuares que se pudieron recuperar, el dolmen cumplió una función funeraria.
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Llamarlo «Stonehenge español» es erróneo
Un cromlech es un monumento megalítico compuesto por piedras, normalmente menhires, introducidas en el suelo y que adoptan una forma circular muy parecida a un muro o elíptica. En esta categoría entra una de las obras arquitectónicas más conocidas de la antigüedad a nivel mundial:
El Stonehenge, el que muestra la fotografía superior, fue construido entre los últimos años del Neolítico y principios de la Edad de Bronce en el condado de Wiltshire (Inglaterra).
Los arqueólogos e historiadores no consideran al dolmen de Guadalperal un cromlech, por lo que se incurrió en un error frecuente de denominarlo o compararlo con el popular Stonhenge británico. En cualquier caso, se trata de un monumento fascinante que, gracias a la sequía, puede visitarse en la actualidad.
Fuente: http://Diario La Vanguardia.