Algo grande acaba de suceder en el otro lado del sol y hemos tenido suerte. En esta nota te contamos de lo que nos salvamos.
El término tormenta solar agrupa de manera poco concreta varios procesos propios de la actividad solar que implican grandes expulsiones de energía y materia, bien la capa más alta de la atmósfera solar (la corona, con las eyecciones de masa coronal o CME) o desde capas inferiores (cromosfera y fotosfera).
Estas explosiones se deben a inestabilidades en el campo magnético, cuyas líneas, como un látigo, expulsan violentamente una gran cantidad de partículas cargadas (sobre todo protones y electrones) que, según la orientación, pueden llegar a alcanzar la Tierra.
La interacción entre estas corrientes de partículas y el campo magnético de nuestro planeta es muy compleja y depende de multitud de factores como la densidad y velocidad de las partículas o la orientación relativa entre la polaridad del campo magnético terrestre y el campo magnético interplanetario en el momento del encuentro. Las circunstancias de cada interacción pueden llevar a que se desencadene una tormenta geomagnética. A pesar de su nombre, las tormentas geomagnéticas no suelen producir efectos visibles, salvo, en ocasiones, fenómenos de auroras polares (boreales o australes) que normalmente se ven solo desde las regiones polares del planeta.
Peligrosas y cercanas tormentas solares
Algo grande acaba de suceder en el otro lado del sol. Durante las primeras horas del 13 de marzo de 2023 coronógrafos del SOHO registraron una eyección de masas coronal del lado opuesto y lejano ha salido del sol a más de 3000 km/s.
Hay que recordar que una eyección de masa coronal o CME (Coronal Mass Ejection) a una onda hecha de radiación y viento solar que se desprende del Sol, pudiendo o no afectar a la Tierra.
Nota: El objeto brillante a las 4 en punto es Mercurio
Debido a su velocidad extrema, esta CME se clasifica como «extremadamente rara», un movimiento rápido que ocurre solo una vez cada década aproximadamente. Un modelo de la NASA del evento muestra que la CME se aleja casi directamente de la Tierra.
Aunque la CME no estaba dirigida a la Tierra, sin embargo, ha tocado nuestro planeta. ¿Ves todos los puntos y rayas nevados en la película del coronógrafo de arriba? Esas son partículas energéticas aceleradas por ondas de choque en la CME. Crean motas luminosas de corta duración cuando golpean la cámara digital de SOHO.
El satélite GOES-16 de la NOAA ha detectado las partículas que llegan a la Tierra, todas desde la parte trasera de la CME. Imagina cómo habría sido una explosión frontal. El campo magnético de la Tierra está canalizando las partículas hacia los polos donde se está produciendo un tipo de apagón de radio, un evento de absorción del casquete polar ( PCA, por sus siglas en inglés).
Tenga en cuenta las amplias áreas rojas. Los aviones que vuelan sobre estas regiones pueden encontrar que sus radios de onda corta no funcionan debido al efecto ionizante de los protones que caen. Este PCA podría persistir durante un día o más.
Spaceweather.com