Otro fin de semana con escenarios realmente increíble sobre distintos puntos de regiones polares, a continuación una serie de fotografías de las auroras boreales que pintaron el cielo en los últimos días. El viento solar que estuvo interactuando sobre el campo magnético terrestre. Vale recordar que el sol viene mostrando una actividad bastante significativas desde hace varias jornadas, desde grandes prominencias hasta extensos filamentos solares, que son verdaderos cañones de plasma.
¿Por qué sucede este fenómeno?
El sol desprende partículas cargadas de mucha energía, iones, principalmente protones, y electrones, los cuales viajan por el espacio a velocidades entre 320 y 704 kilómetros por segundo, es decir, necesitan tan solo entre 130 y 60 horas en llegar a la Tierra. Al conjunto de partículas que vienen del Sol se les conoce como viento solar.
Cuando éste interactúa con los bordes del campo magnético terrestre, que está originado por el movimiento del núcleo terrestre en estado semilíquido con abundante hierro y animado por la rotación de nuestro planeta, algunas de las partículas quedan atrapadas por él y siguen el curso de las líneas de fuerza magnética en dirección a la ionosfera.
Ionosfera es la parte de la atmósfera terrestre que se extiende hasta unos 60 o 100 kilómetros desde la superficie de la tierra. Cuando las mencionadas partículas chocan con los gases en la ionosfera, empiezan a brillar, produciendo el espectáculo que conocemos como aurora boreal y austral.
La variedad de colores, rojo, verde, azul y violeta que aparecen en el cielo se deben a los diferentes gases que componen la ionosfera.
Fotografías: oanne Richardson, Ben Hattenbach, John Limo, Dirk Obudzinski, Andy Gray