El reciente hallazgo de mejillones en la Antártica abre la puerta a una posible invasión de esta especie, que cambiaría «por completo» el ecosistema del continente blanco y provocaría una «tremenda pérdida de diversidad» para el planeta.
A todo esto lo revela una investigación liderada por expertos chilenos y divulgada esta semana.

La fuerte subida de la temperatura del Océano Austral a causa de la crisis climática y una creciente afluencia de barcos han generado “la mezcla perfecta” para la llegada de especies invasoras a la Antártida.
La existencia de mejillones o ‘choritos’ no se había registrado nunca antes y, dado que son unos “excelentes competidores por el espacio”, podrían “crecer y rápidamente dominar el ambiente”, explica a Efe la autora del estudio, Leyla Cárdenas.
Especies exóticas invasoras de agua dulce y sistemas estuarinos: sensibilización y prevención en la Península Ibérica.

Vía: efeverde