Se buscará generar un proceso de reconversión y transformarlo en un «bioparque». Le harán un altar en el lugar donde vivió los últimos 50 años.
La elefanta Pelusa, emblema del zoo de La Plata, tenía 52 años y 50, los vivió en cautiverio. El sábado se acostó y nunca más pudo levantarse. Padecía una enfermedad en sus patas traseras desde 2014, y en la noche del lunes fue sedada para evitar que sufra debido a que su cuadro era irreversible. Y así se fue. Así murió Pelusa.
Tras su partida, las autoridades platenses decidieron que las puertas del zoológico no abrirá sus puertas al público para avanzar con su reconversión en un “bioparque”. El subsecretario de Gestión Ambiental de la municipalidad de La Plata, Germán Larrán dijo que la idea de encerrar animales silvestres y que vivan en cautiverio con fines de exhibición es un paradigma que se está abandonando en todo el mundo.
«Por eso, tomamos la decisión de mantener las puertas de este zoológico cerradas y convocar públicamente a todos los sectores y organizaciones para avanzar juntos en este proyecto”, señaló el funcionario.
El equipo veterinario del zoológico y los especialistas de la Fundación Franz Weber, con Scott Blaise al frente, advirtieron que
«Este es el resultado del cautiverio: cincuenta años en este espacio que es completamente insuficiente ya que no permitió la estimulación física, psicológica ni emocional».
No obstante, Blaise resaltó que «sus cuidadores están completamente dedicados a ella, la adoran, quieren hacer todo lo posible, pero es muy difícil luchar contra lo que genera el cautiverio».
Desde temprano mucha gente se acercó hasta el zoológico para homenajearla. Dejaron flores y carteles pidiendo la liberación animal. Tras las rejas de ese predio, aunque todavía no está decidido, descansarán los restos del paquidermo. En el caso de que la idea prospere se construirá un altar para que sea recordada por toda la comunidad.
En una serie de tuits el intendente de La Plata, Julio Garro le pidió disculpas a Pelusa y agradeció el acompañamiento de la sociedad y a los veterinarios que la asistieron hasta el último aliento.
Como sociedad debemos disculparnos con vos, Pelusa. Tu historia nos reafirma que los zoológicos no deben existir más y que los animales silvestres, sean de la especie que sean, no deben vivir nunca en cautiverio ni con fines de exhibición.
— Julio Garro (@JulioGarro) 5 de junio de 2018
Gracias a todos y a cada uno de los que la acompañaron hasta el último minuto. A sus cuidadores de siempre, a los veterinarios del zoo y los especialistas del Santuario y la Fundación, que dieron todo para que pueda vivir lo mejor posible en sus últimos años.
— Julio Garro (@JulioGarro) 5 de junio de 2018
Pelusa estará siempre en el corazón de todos los platenses.
— Julio Garro (@JulioGarro) 5 de junio de 2018