En invierno, cuando las temperaturas en el nivel de las nubes son negativas, las gotas de agua que caen de las nubes están sobreenfriadas. esto significa que es probable que se congelen cuando lleguen a una capa de aire más fría o a una superficie que esté bajo cero. La precipitación que se congela de cualquiera de estas dos maneras se llama lluvia helada.
No debe confundirse la lluvia helada con el aguanieve o la cellisca, que dan nombre al proceso opuesto, es decir, la precipitación de nieve parcialmente fundida.
Probablemente la distinción más importante entre los diferentes tipos de precipitaciones heladas es la diferencia entre la lluvia helada en forma de perdigones de hielo y el granizo. Este último sólo se forma en nubes de tormenta, mientras que la lluvia helada puede caer de cualquier nube capaz de producir lluvia, siempre que el aire esté lo bastante frío.
Cuando las gotas sobreenfriadas que llegan al suelo que está a temperaturas bajo cero son grandes, tienden a extenderse en el momento del impacto antes de congelarse y recubren la superficie con una capa de hielo transparente. Este tipo de formación de hielo puede llegar a ser muy peligrosa, puesto que dificulta enormemente la conducción e incluso el caminar. Si el volumen de precipitación es importante el fenómeno se conoce como tormenta de hielo. La acumulación de hielo sobre los objetos expuestos al aire libre como resultado de una tormenta de hielo, puede causar graves daños estructurales. Se han registrado caídas de cables de alta tensión por el peso acumulado en los mismos y roturas de ramas de árboles por la misma causa.
Cuando las gotas sobreenfriadas que caen en el suelo son pequeñas, tienden a congelarse inmediatamente en el momento del impacto capturando burbujas de aire. esto crea una capa de hielo opaca y granulada que no resulta tan resbaladiza.
Fotografía: Ramon y Conxi y Stefan Andronache
Vía: foro.tiempo