Siempre nos hemos maravillado con su belleza y quizás nos hemos hecho esta pregunta o alguna parecida, ¿Cómo se produce el arcoíris sobre las olas del mar?
Si alguna vez te sorprendió la aparición de los colores dibujados en el aire, sobre un cielo azul o gris, iluminado por un sol amarillo, o bien sobre las crestas de las olas en medio del mar.
Todos los seres vivos tenemos una visión limitada de la Naturaleza, distorsionada por nuestros sentidos imperfectos. Los seres humanos, como seres vivos que somos, también estamos sujetos a semejantes limitaciones pero, para suerte nuestra, la Naturaleza nos ha proporcionado un cerebro capaz de ver mucho más lejos, y con más nitidez.
Hoy nos deslumbramos ante el espectáculo multicolor del arco iris sobre el apresurado oleaje en el mar, gracias a los incesantes avances de la ciencia y de la tecnología, podemos mirar fascinados las imágenes ocultas en las olas, desde las profundidades del “Océano Cósmico”.
Como resultado del viento y el romper de las olas, encima de estas se formaban pequeños arcoíris como este. El fenómeno se produce cuando la luz del sol impacta sobre la cresta de ola, dando lugar a la refracción en pequeños prismas de la gota de agua diminuta y provocando la aparición de los colores del arcoíris.
En contra de lo que se suele creer, no es un fenómeno simple, basta con prestar un poco de atención para descubrir un buen cúmulo de sorpresas. La primera surge al descubrir que no hay un único Arco Iris,
¿Por qué se crean los arcoíris?
Ahora que has conseguido hacer tu arcoíris en miniatura, te explicamos que lo que ha ocurrido aquí es el fenómeno del reflejo de la luz y la refracción. Los arcoíris se generan cuando los rayos de luz del sol brillan a través de las gotas de lluvia que quedan se mantienen suspendidas en la atmósfera. En otras palabras, todas las gota funciona individualmente como un gran prisma que produce la refracción de la luz y la refleja de nuevo a nuestros ojos. Pero ¿por qué son diferentes los colores del arcoíris?
La luz del sol es blanca, el tono resultante es, fundamentalmente, la concentración de todos los colores. Todos estos, al igual que se unen, se pueden descomponer. Este proceso es el que se genera cuando los rayos de luz atraviesan la inmensa cantidad de gotas de gua suspendidas en la atmósfera. Todas ellas, descomponen la luz en los colores que vemos en el cielo. Cada uno de ellos, tiene una longitud de onda diferente. Aquellos tonos con longitudes más cortas, como el azul o el violeta, son los que aparecen en la parte inferior del arcoíris. Por otro lado, aquellos colores que tienen una longitud más larga (el rojo y el naranja) los vemos en la parte superior.

Fotos: John Entwistle, Steve Shelasky, Gabesdog, Bryce Bradford