Los astrónomos han identificado el borde de emisión sobresaliente visto en el centro de este nítido y colorido paisaje celeste como IC 5067.
El borde prominente forma parte de una extensa nebulosa de emisión dotada con una forma tan particular que le valió el apodo de nebulosa del Pelícano. Se extiende por cerca de 10 años-luz, siguiendo las curvas del cuello y la cabeza de un pelícano de proporciones cósmicas.
La imagen en falso color mostrada arriba también representa la luz difusa de las estrechas líneas de emisión de los átomos de la nebulosa en la paleta de colores popularizada por las imágenes de las regiones de formación estelar tomadas por el Telescopio Espacial Hubble.
Las formas oscuras y fantásticas que habitan este campo de 0,5 grados de longitud son, en realidad, nubes de gas y polvo modeladas por los vientos y la radiación energética procedentes de estrellas ardientes y masivas. Además, primeros planos de dichas nubes muestran signos inequívocos de estrellas recién formadas.
Visible con la forma de un ave en dirección de una constelación con nombre de otra ave —el Cisne, o Cygnus en latín—, la nebulosa del Pelícano es una región que reluce con los puntos brillantes de estrellas recientemente formadas, pero que a la vez queda opacada por el abundante polvo oscuro.
Los granos de polvo, no más grandes que las partículas del humo, se formaron en las atmósferas frías de estrellas jóvenes y luego los vientos y las explosiones estelares los dispersaron por el ambiente interestelar.
Vía: elsofista.blogspot