Los animales siempre han servido de inspiración y de objetivo a imitar en la ciencia, desde el vuelo de las aves, a la capacidad buceadora de los peces. Ahora es el turno del basilisco: un lagarto que es capaz de caminar sobre el agua y que ha incitado numerosos estudios en los que se pretende conocer si el hombre sería capaz de caminar por el agua. Veamos el modelo a imitar:
Los estudios realizados hasta ahora indican que necesitaríamos una planta del pie de un metro cuadrado y una fuerza monstruosa que el ser humano es incapaz de generar, o alcanzar corriendo una velocidad de 108 Km/h (también imposible) para conseguir andar sobre las aguas como este lagarto. Sin embargo, hay una posibilidad para que tú, o yo, o cualquier humano pudiera caminar sobre el agua: variar las condiciones.
Un grupo de científicos (ganadores del Ig Nobel 2013 de física) acaba de publicar un modelo que permite comprobar qué pasaría si cambiáramos la fuerza de la gravedad y la superficie de apoyo. El resultado es que sí seríamos capaces de obrar este milagro si nos encontráramos sometidos a una gravedad 5 veces inferior a la de la Tierra y a una velocidad suficiente, pudiendo cruzar un lago con la misma facilidad con la que este lagarto lo consigue. Éstas condiciones las reunen la Luna, los satélites de júpiter y más de una centena más de cuerpos celestes del Sistema Solar. Pero primero deberemos encontrar superficies de agua en estos territorios, obviamente.
