De acuerdo a los registros oficiales por parte del Servicio Geológico de Estados Unidos, el temblor fue de magnitud 6,8 y dejó en Ecuador y Perú al menos 15 muertos, cientos de heridos y numerosos edificios dañados.
Hasta el momento y según el relevamiento en el lugar, la zona más dañada y afectada por el terremoto fue en territorio ecuatoriano, donde muchas viviendas antiguas que no cumplían con las normas de edificación del país, se convirtieron en escombros.

El movimiento telúrico tuvo su epicentro en la costa que da al Pacífico, a unos 80 kilómetros al sur de Guayaquil, la segunda ciudad más grande de Ecuador. Horas después, se sintió otro sismo de magnitud 4,2, según el Instituto Geofísico del Perú.

14 de las 15 víctimas fatales hasta el momento, eran de Ecuador, donde también se contabilizaron 381 heridos. Docenas de viviendas, escuelas y centros de salud registraron daños.