Si bien tomar mate es cosa de todo el año, con el frío abrazamos el termo y disfrutamos en cualquier momento del día de una buena mateada. La innovación se hace presente, con productos biodegradables que incluyen bolsitas con yerba y un filtro para la bombilla.
Si bien tomar mate es cosa de todo el año, con el frío abrazamos el termo y disfrutamos en cualquier momento del día de una buena mateada. La innovación se hace presente, con productos biodegradables que incluyen bolsitas con yerba y un filtro para la bombilla.

Las bolsas individuales se podrán conseguir en medidas diferentes según el tipo de mate: las de 20 gramos para los pequeños mates de lata, las de 30 gramos para los medianos de madera o cerámica y las de 40 gramos para los más grandes, usualmente de calabaza.
Las bolsas individuales se podrán conseguir en medidas diferentes según el tipo de mate: las de 20 gramos para los pequeños mates de lata, las de 30 gramos para los medianos de madera o cerámica y las de 40 gramos para los más grandes, usualmente de calabaza.
El funcionamiento es el siguiente: terminado el mate, la bolsa se puede cerrar con un hilo que tiene incorporado para descartarla de una manera más limpia y práctica.
Una idea que se hizo realidad
Daniel Mirmina, quien creo “Matelim” cuenta: “La idea surgió cuando me puse a pensar en que antes el té presentaba la misma complicación que el mate, ya que venía exclusivamente en hebras. Eso llevó a que se comenzara a vender mucho té en saquitos, que es más simple”, explicó Mirmina.
El producto ya cuenta con una patente en la Argentina y Uruguay, y están analizando la posibilidad de licenciarla una vez que haya demostrado el valor de mercado que puede alcanzar.

Vía: agroruralnoticias