¿QUÉ PASARÍA SI NO EXISTIERA EL SOL?
Dejando de lado todas las evidencias científicas a cerca de la necesidad del Sol para la vida en La Tierra y la necesidad de una fuente de calor potencial como el de una estrella para el desarrollo de la vida en cualquier otro planeta, vamos a suponernos que un día nos levantamos y, sin más, ya no hubiera Sol.
Lo primero que ocurriría sería un desconcierto general de la población que podría desembocar en dos reacciones. Por un lado, aquellos cuyo miedo a la muerte y al fin del mundo fuera su primer sentimiento, posiblemente optarían por quedarse en sus casas rodeados de sus familiares para preparar sus últimos días. Por otro lado, todos aquellos que viesen una clara oportunidad en la asuencia de Sol, empezarían a sembrar el caos. Robos, violaciones, asesinatos… básicamente sufriríamos una «Purga».
Con el paso de los días, los habitantes de La Tierra nos daríamos cuenta de que no es el fin del mundo, sino el comienzo de una etapa. Con esto, las mentes más prestigiosas (y oportunistas) verían este acontecimiento como la oportunidad ideal para crear una nueva sociedad. El miedo fruto de los disturbios y la sensación de inseguridad serían los ingredientes perfectos para crear una sociedad sumisa a las ordenes de un nuevo líder (o líderes) supremo. Algo así como un nuevo Dios (o representante del mismo).
Con esta escusa, las personas que lograsen subir al poder posiblemente establecerían una jerarquía haciendo trabajar a muchos en la producción de alimentos y energía (escasos con la ausencia de Sol) mientras otros vivirían como reyes en sus mansiones de lujo ostentando todos los recursos de la humanidad.
Como en la mayoría de películas de ciencia ficción que vemos, esta nueva sociedad traería consigo dos nueva fuerzas. Por un lado, un gobierno autoritario que basa su poder en la violencia y la divinidad. Por otro lado, una resistencia de aquellos insumisos que no quieren adaptarse a la nueva forma de vivir en el planeta Tierra y que se encontrasen en constante lucha con los opresores.
Como continuase este mundo sería imaginar demasiado, pero nos atreveríamos a apostar por una disminución drástica de la población mundial a consecuencia de las guerras nucleares y la falta de recursos.