Un reciente estudio achaca su origen a una mutación que ha saltado de humanos a ratones y ha vuelto a los humanos desde el ratón huésped.
«Nuestros resultados sugieren que el progenitor de Ómicron saltó de humanos a ratones, rápidamente acumuló mutaciones conducentes a infectar a ese huésped y luego saltó de regreso a humanos, lo que indica una trayectoria evolutiva entre especies«, explican los autores de ‘Evidencia de la variante Omicron del SARS-CoV-2 originaria de un ratón’.
En este escaso mes y medio desde que apareció la nueva variante de Covid-19, las comunidades científicas se han puesto manos a la obra para dilucidar su origen. En este análisis se parte de tres hipótesis con respecto a su historia evolutiva. La primera, que Ómicron podría haberse «propagado crípticamente» y circulado en una población con vigilancia y secuenciación viral insuficientes. Por otro lado, también se cree que pudo ser una evolución en un paciente con infección crónica por Covid-19, ya que al ser un individuo inmunodeprimido proporcionó un entorno huésped adecuado propicio para la adaptación del virus intrahospitalario a largo plazo. Por último, la tercera hipótesis es que Ómicron podría haber acumulado mutaciones en un huésped no humano y luego saltar a los humanos.

Recientes investigaciones
Un estudio reciente elaborado por el Centro Chino para el Control y la Prevención de Enfermedades (CCDC) respaldó la teoría de que los ratones pueden ser el origen de la variante Ómicron de coronavirus, clasificada como «preocupante» por la Organización Mundial de la Salud (OMS) debido a su rápida propagación.
La hipótesis indicaría que la variante Ómicron infectó a un animal y que las mutaciones surgieron a medida que se propagaba entre esa población animal, antes de volver a transferirse a los humanos.
La investigación, dirigida por Jianguo Xu y publicada en el Journal of Biosafety and Biosecurity, descubrió que el huésped intermedio más probable era un ratón, reportó la agencia Europa Press.
Según el profesor Xu, aunque se necesita mucho más trabajo antes de que pueda confirmarse esta teoría, «el estudio calculó el número promedio de mutaciones en las cinco variantes importantes e investigó las mutaciones clave en la proteína ‘S’ viral, donde se origina la infección».
De esta manera, encontraron que la variante Ómicron contiene mutaciones en cinco sitios clave de la proteína: K417, E484, Q493, Q498 y N501.
«Este perfil de mutación muestra que el virus se ha adaptado para infectar las células de los ratones. Además, el árbol filogenético escalado en el tiempo muestra que los linajes Ómicron y Gamma probablemente estaban circulando a mediados de 2020, lo que respalda la hipótesis de que Ómicron pudo haber evolucionado en una especie animal no humana» explicó Xu.
«Creemos que el coronavirus acumuló lentamente mutaciones con el tiempo en ratones, antes de que se transmitiera a los humanos por zoonosis inversa», añadió.
El origen de la variante sigue siendo desconocido, ya los investigadores pudieron determinar que Ómicron se desarrolló a partir de una cepa que circulaba a mediados de 2020, pero no pudieron rastrear ninguna versión intermedia a medida que Ómicron evolucionó a su forma actual.
En noviembre de 2021, la Organización Mundial de la Salud (OMS) nombró a la variante del SARS-CoV-2 ‘B.1.1.529’ Ómicron y la designó como la quinta variante preocupante (COV) que surge desde el comienzo de la pandemia.
Finalmente, estos hallazgos sugieren que los investigadores deberían centrarse en las variantes de coronavirus aisladas de animales salvajes, especialmente roedores.
«Si se determina que Ómicron se derivó de ratones, las implicaciones de su circulación entre huéspedes no humanos plantearán nuevos desafíos en la prevención y el control de la epidemia», concluyó el investigador.

Con información de: https://www.redaccionmedica.com/