Si algo identifica el otoño, es el esperado cambio en la tonalidad de las hojas, de tantos y tantos árboles de hoja caduca. El brillante verde estival torna hacia coloraciones amarillas, marrones, violáceas o púrpura, signo del inicio de una menor actividad vegetal.
La llegada del otoño podría interpretarse como el inicio de un período gris y de menor actividad. Pero también puede verse como una explosión de matices cromáticos, que curiosamente provienen de una menor luz ambiental.
Fotografía: Nezir Aras, Merten Gramer, Martin Podt, Lydia Machant, Cristi Rus