Las superceldas tienden a formarse en condiciones de alta inestabilidad, y vientos fuertes a grandes alturas. Además presentan un sistema más organizado de circulación interna que les hacen tener una duración mucho mayor que otras.
En la supercelda es común la aparición de fuertes corrientes rotatorias que la hacen potencialmente la más peligrosa de los tipos de tormenta convectivas. Pueden producir vientos fuertes, grandes granizadas y tornados de larga duración sobre una amplia trayectoria.
A veces pueden desarrollar dos corrientes ascendentes separadas con rotaciones opuestas, que divide la tormenta en dos supercélulas. Pueden ser de cualquier tamaño.
Por lo general, producen grandes cantidades de granizo, lluvias torrenciales, fuertes vientos y corrientes descendentes sustanciales. Son una de las pocas tipos de nubes que pueden generar tornados en el mesociclón, aunque sólo menos del 30% lo hace.