Las tormentas supercelulares son normalmente duraderas, intensas, relativamente grandes y, a menudo, tormentas convectivas con movimiento anómalo que produce una cantidad desproporcionada de tiempo convectivo severo.
Las supercélulas presentan una rotación profunda tanto dentro como en las cercanías de la corriente ascendente de la tormenta, conocida como mesociclón. Para que la rotación dentro de la tormenta convectiva se pueda catalogar como un mesociclón, el vórtice, en general, debe cumplir lo siguiente:
tener un tamaño a escala de tormenta (de 2 a 10 km de diámetro),
tener una profundidad vertical razonable (~3 km),
tener suficiente duración (dos o más barridos sucesivos),
y presentar algún criterio mínimo de fortaleza (velocidad rotacional de ~15 m s-1 o vorticidad vertical de ~10-2 s-1).