Las autoridades confirmaron el fallecimiento de 91 personas a causa de las fuertes lluvias que desde el fin de semana, azotan a la región nororiental del país sudamericano, en la ciudad de Recife, en el estado de Pernambuco.
Fue tal la magnitud del temporal que provocó deslizamientos de tierra que destruyeron casas por completo y arrasaron con todo a su paso, sumado a las inundaciones. Cerca de 4.000 personas debieron ser evacuadas por la crítica situación, mientras que decenas permanecen desaparecidas.


La ciudad turística de Recife y su zona metropolitana han sido las más afectadas por las lluvias, en las últimas horas se conocieron cinco nuevos fallecidos y desde el sábado se registraron 51 más, en su mayoría a causa de deslizamientos de tierra.
En nueve municipios de Pernambuco, entre ellos Recife, las autoridades locales han decretado estado de emergencia por la situación que se presenta.

Las lluvias han afectado también al vecino estado de Alagoas, donde al menos dos personas perdieron la vida y unas 7.000 fueron desalojadas por las inundaciones.
Los titulares de los ministerios brasileños de Desarrollo Regional, Turismo y Salud han sobrevolado las zonas castigadas por las lluvias y han comprometido ayuda del Gobierno federal por las afectaciones.