Por primera vez, desde que se prohibió su caza en el año 1976, las ballenas regresaron a la Antártida en grupo de hasta 150 ejemplares para alimentarse juntas.
Un acontecimiento que tardo en suceder al menos 50 años desde los últimos avistamientos de ballenas grupales en la región de Antártida, según reportó la revista Scientific Reports.
Las ballenas, conocidas como las criaturas más grandes e inteligentes del océano, son una de las especies catalogadas en peligro de extinción. Preservar y cuidar a las ballenas es, a su vez, proteger el planeta es algo que se han dispuestos muchas instituciones alrededor del mundo.
Uno de los factores de mayor mortalidad de estos grandes mamíferos, es la caza indiscriminada, como así también la obstrucción se su habita, haciendo peligrar o provocando la extinción de su medio de alimentación en los principales océanos del planeta, a lo que aporta el calentamiento global y el impacto que este provoca en las aguas de los mares y el desplazamiento de las masas de fitoplancton, que se considera el alimento más importante para las ballenas .
Tomar conciencia para la conservación de las ballenas comenzó en la década del 70, cuando se declaró la prohibición mundial de cazar cetáceos. Hasta entonces, especialmente a lo largo del siglo XX, la caza descontrolada de esta especie mermó considerablemente sus poblaciones. De hecho, muchas de ellas todavía no se han recuperado. Pero las leyes que restringieron la matanza de ballenas han servido para que, poco a poco, se hayan podido ver estas especies de nuevo en zonas donde hace una o dos décadas apenas se avistaban.
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Como era de esperar, la noticia fue ampliamente festejada por los científicos e investigadores que trabajan en defensa de la salud y la preservación de los ecosistemas oceánicos, ya que arroja una pequeña luz de esperanza para estos rorcuales comunes– la segunda especie de ballena más grande después de la ballena azul– , que hasta hace pocos años estaban en peligro de extinción.
“Nunca había visto tantas ballenas en un solo lugar y estaba absolutamente fascinada viendo a estos grupos masivos alimentarse»”, afirmó Bettina Meyer, bióloga del Instituto Alfred Wegener, Centro Helmholtz para la Investigación Polar y Marina (AWI.
”Este número es fenomenal si se tiene en cuenta que, hasta pocos años, el grupo máximo de rorcuales comunes certificado por los científicos en la Antártida era de tan solo 13 ejemplares”, agregó la científica.
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Los especialistas estimaron una población de alrededor de 7.900 rorcuales comunes en la Antártida – su zona ancestral de alimentación por excelencia-, lo que, según señalaron “significa una densidad de 0,09 individuos por kilómetro cuadrado. Un cifra alta si se la compara con poblaciones en otras áreas del mundo, como el sur de California, donde hay alrededor de 0,003 ballenas por kilómetro cuadrado”, explicaron.
Ballenas rorcuales comunes: un regreso muy esperado
En las últimas dos décadas, los rorcuales comunes fueron regresando a la Antártida, en grupos cada vez más numerosos, recuperándose así de la caza intensa de la que fueron blanco a lo largo de los siglos IX y XX. De hecho, muchos grupos de investigadores lograron registrar avistamientos en los que encontraron grupos de hasta 4 ejemplares juntos.
Así, en dos expediciones realizadas en 2018 y 2019 respectivamente, la primera autora del estudio, Helena Herr, de la Universidad de Hamburgo (Alemania), un grupo de científicos y un equipo de cámaras de la BBC recorrieron 3.251 kilómetros en 22 vuelos y encontraron 100 grupos de rorcuales.
Entre ellos, divisaron uno de 50 ejemplares en las cercanías de la Isla Elefante, en el Mar de Weddell, frente a la Península Antártica, en lo que fue el primero de los 8 grupos inusualmente grandes detectados, que llegaron a ser de hasta 150 ejemplares.
“Aunque todavía no sepamos el número total de rorcuales comunes en la Antártida, debido a la falta de observaciones simultáneas, esto podría ser una buena señal de que, casi 50 años después de la prohibición de la caza comercial de ballenas, la población de rorcuales comunes en la Antártida se está recuperando«, concluyó Herr.
Con información de: https://weekend.perfil.com/