Viejos ejemplares yacen inertes bajo la bóveda brillante del cielo sobre Botsuana, cuyo nombre oficial es República de Botsuana, este es un país soberano sin salida al mar del sur de África.
Botswana ha sido uno de los primeros países en tomarse en serio la protección de su frágil hábitat con leyes que controlan la explotación turística. Botsuana, un país sin litoral en el sur de África, tiene un paisaje definido por el desierto del Kalahari y el delta del Okavango, que se transforma en un abundante hábitat animal durante las inundaciones estacionales. La enorme Reserva de Caza del Kalahari Central, con sus valles de ríos fosilizados y llanuras onduladas, alberga una gran cantidad de animales, entre ellos jirafas, guepardos, hienas y perros salvajes.
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Cuando la noche cae y la luna no está presente, los robustos cuerpos y delgadas ramas sin hojas de los centenarios árboles en Botswana, Namibia y Sudáfrica contrastan con un perfecto cielo estrellado en un paisaje imperturbable. Aquí no hay luces de grandes ciudades que opaquen el espectáculo de los astros en el cielo.
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Beth Moon, fotógrafa de San francisco, ha dedicado más de 10 años de su vida a fotografiar los árboles más antiguos alrededor del mundo y esta vez se inspiró en estudios recientes que han señalado que el crecimiento de los árboles tendría relación con los ciclos astrales y la radiación cósmica. A esta serie de imágenes la llamó “Noches de Diamantes” (Diamond Nights).
Fotografía Por: Bet Luna