Existe una aplicación que nos permitía localizar medusas en tiempo real. Ahora, esa app se actualiza con nuevas funcionalidades que, incluso, nos posibilitarán informar sobre la presencia de basura en las costas.
El coronavirus no será la única amenaza con la que tendrán que lidiar los bañistas cuando disfruten de la playa este verano. Como si de una tradición se tratase, las medusas retornan a nuestras costas, dispuestas a irritar a cualquier despistado que se acerque a ellas.
En vista de las molestias y riesgos que esto puede suponer, un equipo de la Universitat Politècnica de València (UPV), la Universidad de Alicante (UA), el CIBER de Enfermedades Respiratorias (CIBERES) y el Laboratorio de Inmunoalergia del Instituto de Investigación Sanitaria Fundación Jiménez Díaz (IIS-FJD) desarrolló en el 2018 MedusApp, una aplicación móvil que permite a cualquier persona advertir del avistamiento de medusas y ofrece en tiempo real un mapa de los lugares donde se detecta su presencia.

Entre las novedades del 2020, la aplicación no solo incorpora nuevos mapas que permiten mejorar la lectura de avistamientos, sino que también posibilita a los usuarios denunciar la presencia de residuos en el mar, como plásticos, manchas de aceite, restos de madera, jabones e incluso mascarillas o guantes.
En este sentido, se trata de un paso hacia delante para acabar con uno de los grandes problemas gestados en la nueva normalidad establecida por el coronavirus, en la que la irresponsabilidad de muchas personas a la hora de desechar el material sanitario ha comenzado a contaminar nuestros ecosistemas de forma masiva.
“Nuestro objetivo es que los propios bañistas contribuyan a dibujar el estado de las playas. La nueva versión de MedusApp nos ayudará a entrar más tranquilos al mar o, en su caso, ir con más cautela, evitar ciertas zonas e incluso, no bañarnos. Y, lo que es más importante, convierte a cada usuario en informador”, destaca Eduardo Blasco, uno de los desarrolladores de la aplicación.
Según señalan, la aplicación ha recibido hasta ahora más de 2.100 avistamientos de medusas, de los que se han publicado, tras su revisión, 1.500, así como fotos de más de 500 irritaciones de piel por contacto con medusas, que se remiten directamente al Instituto de Investigación Fundación Jiménez Díaz para estudiar posibles reacciones alérgicas ante la picadura.

Debido al alto número de incidentes, el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) lanzó el año pasado una guía para saber qué hacer en caso de picadura de una medusa. La sensación es muy molesta, con picor y la aparición de rojez, hinchazón, vesículas o pústulas y, aunque normalmente no implican gravedad, en algunos casos pueden aparecer síntomas parecidos a una reacción alérgica.
Pelos urticantes, no picaduras
Técnicamente, las medusas no pican, pues no tienen una aguijón como abejas o avispas. En realidad, las medusas están provistas de tentáculos cubiertos de pelillos urticantes que contienen sustancias irritantes que hacen su efecto al entrar en contacto con la piel. De este modo, su forma de actuar es más parecida a la de plantas como la ortiga que a la de los insectos que pican. Conviene tener mucho cuidado con las picaduras de medusa, pues algunas de ellas contienen sustancias extremadamente tóxicas para el ser humano y también resultan peligrosas en personas con tendencia alérgica a sus productos.
Entre las recomendaciones básicas comunes a todas las especies se encuentra quitar los restos de medusa sin frotar, lavar la zona afectada con abundante agua de mar, aplicar agua con bicarbonato, aplicar hielo seco a intervalos y, si persiste el dolor, consultar con un médico.
En el caso de no disponer de esa guía, MedusApp también cuenta con un protocolo de actuación, que se va actualizando conforme avanzan los conocimientos médicos, con imágenes de las principales medusas que pueden afectarnos.

Información esencial
La información remitida por las personas colaboradores sobre picaduras sufridas no pretende suplantar la consulta al médico, sino servir como canal de comunicación con un equipo médico especialista en alergias para que sean analizadas.
En concreto estos datos se gestionan desde el CIBER de Enfermedades Respiratorias (CIBERES) y el Laboratorio de Inmunoalergia, Instituto de Investigación Sanitaria Fundación Jiménez Díaz (IIS-FJD), con las doctoras Victoria del Pozo y Mar Fernández Nieto al frente.
Además, para navegantes o pescadores, MedusApp incorpora una nueva funcionalidad para registrar las medusas avistadas en un transecto (una ruta en navegación o las medusas presentes en las redes de una barca de pesca de arrastre).
“Esto resulta de gran interés a nivel científico, ya que con la colaboración de pescadores profesionales y navegantes podremos conocer qué especies aparecen en las redes y cuáles se avistan mar adentro, más allá de la información tomada puntualmente por bañistas en las playas, reforzando la capacidad de cuantificación espacial y temporal del proyecto, cabe remarcar que las medusas en aguas profundas compiten con los peces y crustáceos y, además, pueden depredar sobre sus larvas, por lo que a más medusas, habrá menos peces”, afirma el profesor de Ecología Marina de la Universidad de Alicante, César Bordehore
“Por eso, es importante monitorizar la aparición de medusas en las redes de arrastre, ya que en algunas zonas del mundo se ha visto un aumento de presencia de medusas acompañado de un descenso en pesca”, añade Bordehore.

Vía: Elagoradiario