Una gran nube de arena y polvo sumergió Irak, reduciendo la visibilidad a tal magnitud, que de a momentos parece haberla borrado del mapa. Mira las increíbles imágenes.
La tormentas de arena y polvo constituyen peligros meteorológicos comunes en las regiones áridas y semiáridas. En general, están causadas por tormentas —o fuertes gradientes de presión asociados a ciclones— que incrementan la velocidad del viento en una amplia zona. Estos fuertes vientos arrastran grandes cantidades de arena y polvo de suelos desnudos y secos a la atmósfera y los transportan a miles de kilómetros de distancia. Un 40% de los aerosoles de la troposfera (la capa inferior de la atmósfera de la Tierra) son partículas de polvo provenientes de la erosión eólica.
Irak dentro de una gran tormenta de arena
216 personas se vieron afectadas por la intensa tormenta de arena en la provincia iraquí de Saladino en los últimos días. Además, se observaron tormentas de arena en muchas partes del país, especialmente en la capital Bagdad y las provincias del sur.
En una declaración escrita realizada por el Hospital Estatal de Saladino, se señaló que decenas de personas fueron trasladadas a hospitales con quejas de «falta de aliento y asfixia» debido a la intensa tormenta de arena.
Y se afirmó que un total de 216 personas del centro de la ciudad y los pueblos de los alrededores se vieron afectados por la tormenta de arena, y la mayoría de estas personas fueron dadas de alta después de su tratamiento.
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Los vuelos también se suspendieron en el vecino Kuwait por segunda vez este mes, ya que la región se enfrenta al fenómeno meteorológico cada vez más frecuente.
Más tarde, ese mismo día, la segunda fuerte tormenta de arena en menos de una semana cayó sobre la capital de Arabia Saudita, Riyadh, oscureciendo edificios icónicos como el Kingdom Center en una nube gris.
La capital iraquí, Bagdad, quedó envuelta en una nube de polvo gigante que dejó calles generalmente congestionadas de tráfico en gran parte desiertas y bañadas por una espeluznante luz naranja.
Al sur de la capital, cerca de la ciudad santuario chiita de Najaf, los pastores se encontraron envueltos en capas de polvo de color ocre.
Tormentas de arena de alto impacto
El primer ministro iraquí, Mustafa al-Kadhemi, ordenó el cese de todo el trabajo en las instituciones estatales, a excepción de los servicios de salud y seguridad, citando «malas condiciones meteorológicas y la llegada de violentas tormentas de arena«.
El tráfico aéreo se suspendió en los aeropuertos internacionales de Bagdad, Arbil y Najaf, antes de que se reanudaran los vuelos en la capital y Arbil.
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Más tarde el lunes por la noche, el aeropuerto de Arbil volvió a cerrarse «debido a una espesa capa de polvo«, según la agencia estatal de noticias INA.
Irak, o Iraq, está clasificado como una de las cinco naciones más vulnerables del mundo al cambio climático y la desertificación.
“Estas tormentas de polvo suelen llegar en verano, pero no al mismo ritmo que recientemente”, dijo Seif al-Hamza, médico de un hospital de Bagdad, y agregó que los casos de problemas respiratorios “han aumentado significativamente en comparación con temporadas anteriores”.
Las dos tormentas de arena anteriores de Irak enviaron a casi 10.000 personas al hospital con problemas respiratorios y mataron a una persona.
Oriente Medio siempre ha sido azotado por tormentas de arena, pero se han vuelto más frecuentes e intensas en los últimos años.
La tendencia está asociada con el aumento de las temperaturas y la escasez de agua, el uso excesivo y la construcción de represas en los ríos, así como el pastoreo excesivo y la deforestación.
El Ministerio de Medio Ambiente de Irak ha dicho que el aumento de las tormentas de arena podría contrarrestarse con más cobertura vegetal, incluidos árboles que actúan como cortavientos.
Una gran tormenta de polvo la semana pasada barrió la región y también llegó a Irán y los Emiratos Árabes Unidos.
En Dubái, el edificio más alto del mundo quedó envuelto en una nube de polvo, mientras que más de 1.200 personas fueron hospitalizadas solo en Riad.
Las autoridades saudíes advirtieron el lunes sobre condiciones persistentes de fuertes tormentas de arena hasta después del anochecer en Riad y sus alrededores.

Los expertos predicen que el fenómeno empeorará a medida que el cambio climático distorsione los patrones atmosféricos regionales, se seque y degrade aún más los suelos y acelere la desertificación en gran parte del Medio Oriente.
Con información de: https://www.tiempo.com/