La irrupción masiva de aire muy cálido venido desde el sur de Europa, y que ha afectado a Escandinavia, podría generar un deshielo masivo en zonas árticas, especialmente en las zonas de Groenlandia y áreas marítimas de alrededor .
El aire cálido que ha dejado temperaturas históricas en amplias zonas del norte de Europa (más de 30 y 35 ºC en amplias zonas escandinavas) se dirige, a finales de julio y principios de agosto, hacia las regiones de Groenlandia y el mar Ártico del Atlántico Norte. Y todo esto coincidiendo con mínimos históricos previos en la extensión del hielo marino ártico.
No hay que olvidar que las altas temperaturas y el tiempo seco en zonas terrestres árticas ha generado una vasta cantidad de fuegos e incendios forestales que no ha tenido precedentes hasta ahora: desde Siberia a Alaska, pasando por Groenlandia y Canadá.

El tiempo en el Ártico influye en otras regiones del mundo
Las irrupciones de aire cálido en el Ártico ya se han producido otras veces por la presencia de borrascas activas venidas del sur que inyectaban aire cálido en latitudes muy altas o por la presencia de dorsales acusadas que en su ramal ascendente transporta aire muy cálido y seco, como está ocurriendo estos días y en los venideros, pero esta vez de forma amplia e intensa.

Y esto es preocupante ya que el Ártico se está calentando más deprisa que otras regiones del mundo. Esto conlleva una pérdida del hielo marino ártico, que a su vez deja más zonas abiertas de aguas para que se puedan calentar a un más y no reflejar la energía solar que se reflejaría si hubiera hielo. Este efecto de retroalimentación genera un Ártico menos frío, y menos contraste térmico entre las zonas polares y tropicales. El resultado es la presencia de una corriente en chorro más débil y con más meandros (un jet polar muy ondulado) amplificados y estancados que conduce a irrupciones frías hacia el sur y cálidas hacia el norte, tiempo extremo a fin de cuentas.

Vía: Tiempo (Revista Ram)