Son vientos cargados de humedad por la evaporación del mar, que soplan de forma casi constante en el verano y se chocan con las laderas situadas al NE de las islas, o sea, a barlovento. Estas masas de aire que colisionan contra las laderas de las islas se componen de dos capas. Una húmeda, pesada y más bien fría y cargada de nubes que se mantiene en las cotas bajas y pegada al relieve (vientos alisios inferiores o capa baja, entre los 500 m. y los 1500 m. de altitud), otra cálida, más ligera y seca y libre de nubes, localizada en las cotas altas (vientos alisios superiores o capa alta, a más de 1500 m. de altitud). Ambas capas están separadas por una inversión térmica vertical de unos 10º C.
La masa fría de aire cargado de humedad que queda pegada al relieve en la zona de barlovento (N y NE) forma un colchón palpitante de nubes caracterizado por sus vaivenes como latidos de ascensos y descensos. Estas masas de nubes forman el llamado Mar de Nubes que queda retenido por las altas montañas que actúan de dique de represa.
Debido a la fuerza de los alisios, las masas del Mar de Nubes, frías, cargadas de humedad y por tanto más pesadas, tienden a sobrepasar las crestas y los cordales y rebasan las alturas para descender rebosando por las vaguadas y cayendo al otro lado de la ladera, a sotavento, como etéreas, fluyentes y sorprendentes Cascadas de Nubes.