Una turbonada, que duró pocos minutos, dejó como saldo decenas de árboles caídos, calles cortadas y una escuela y varios hogares sin techo.
Algunas calles quedaron totalmente cercadas por árboles caídos. La escuela pública N° 52 perdió el techo, y lo mismo pasó con la vivienda del alcalde, y con varias casas de vecinos.
En la terminal de ómnibus el viento se llevó los techos que cubren cuatro andenes, que volaron a unas cuatro cuadras.
«Fueron 5 minutos. Quise salir de mi casa y el viento me tiró para adentro», relató el concejal vecinal de Piriápolis, Carlos Fuentes. La ciudad quedó prácticamente sin luz.
El Ejército informó que personal y vehículos del Batallón de Ingenieros de Combate Nº 4 trabajan en la zona para colaborar con los daños generados por la turbonada.
Fotos de la portada: Fotos Olga Rivero Hernández Vía: .elobservador