Ubicado al sur de Islandia y es considerado el faro «del fin del mundo». En la actualidad solo se puede acceder mediante un helicóptero, pero su construcción data de 1939 y en esas fechas sólo los más aventureros se atrevían a escalar sus escarpados acantilados.
Faro de Þrídrangaviti en Islandia. La construcción de este pequeño faro fue una tarea arriesgada. Para llevar las herramientas tenían que trepar una pared vertical de 34 metros y cargar con los materiales de obra. Los que vivieron luego en el faro también pasaron sus vicisitudes.
Pridrangarr, denominada erróneamente por los pescadores británicos como “Three Fingers”, en realidad es un conjunto de cuatro peñascos estrechos, que emergen solitarios en el Océano Atlántico.
Se llama Thridarangar, que significa ‘tres rocas’, ya que se alza sobre la más alta de las tres islas empinadas y se asienta sobre la más alta de tres rocas a menos de 10 km de la costa islandesa.
Sobre la alta isla rocosa se encuentra el único edificio y la plataforma para helicópteros que se construyeron en 1939 sobre un acantilado rocoso extremadamente empinado y peligroso. Sobre estas pequeñas islas irregulares y alargadas las olas rompen cuando el Atlántico Norte se poden furioso.
El faro, construido en 1939, se encuentra al oeste de las islas Vestmannaeyjar, o Westman, frente a la costa del sur de Islandia. El faro del fin del mundo sólo mide 4 metros de alto y se encuentra en un alto risco a 34 metros sobre el nivel del mar.
El código del faro es L4802, está activo y se llega en helicóptero a un diminuto helipuerto construido sobre el risco. En la fecha de su construcción, 1939, no existían helicópteros por lo que se tuvo que contratar a montañeros expertos para escalar el risco, llevar los materiales de construcción al lugar y hacer el faro.
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