La provincia ha sido declarada en “zona de desastre”, alertando sobre los graves daños ambientales, sociales y económicos que se están produciendo. Actualmente, hay al menos cinco focos activos en Punilla, Calamuchita, Sierras Chicas, Chancaní y Ascochinga.
Los incendios forestales en Córdoba siguen fuera de control, devastando amplias zonas de las sierras, como el Cerro Champaquí, el Valle de Punilla y el Valle de Calamuchita. Los residentes, angustiados y en constante vigilancia, exigen asistencia inmediata del gobierno nacional, ya que las llamas han consumido 16.000 hectáreas en el norte de Punilla y otras 8.000 en Capilla del Monte.
Hace una semana, el gobierno provincial informó que se habían registrado 1.500 incendios, tanto forestales como rurales, principalmente entre julio y septiembre. De ellos, 28 fueron de gran magnitud, y los cuatro más importantes afectaron 23.462 hectáreas.
Desafortunadamente, los números siguen en aumento. Con los focos activos en Capilla del Monte, San Esteban y Villa Berna, se estima que ya se ha superado el récord de 41.000 hectáreas dañadas registrado en 2023. Aunque hay siete aviones y seis helicópteros trabajando en la extinción, las condiciones climáticas adversas, con vientos que avivan el fuego, complican las labores. La provincia ha declarado “emergencia y desastre” en la región para activar fondos provinciales y abordar el impacto en las viviendas afectadas.